COLABORACIÓN
Un país de inconformes
Gracias a Dios que no son mayoría. Querían transparencia en el gobierno y ahora la tienen de sobra, pero no es suficiente.
Querían ciudadanos políticamente independientes en el tribunal electoral, pero ya comienzan los cuestionamientos.
Querían mayor apertura en materia de información pública, pero las usan para generar discordia.
Querían combatir la corrupción, como se está haciendo, pero ya comienzan a hablar de persecución política.
Querían desmontar la gigantesca nomina gubernamental, llena de vagos y activistas del PLD, pero cualquier cancelación es motivo de ataques en varios frentes.
Querían reducir el gasto público, cargado de basura dejada por el PLD, pero protestan a los 4 vientos cuando ciertos intereses son afectados.
Querían que todos los funcionarios hicieran su declaración jurada de bienes, pero los medios se exacerbaron con las de los nuevos funcionarios mientras Danilo Medina y otros connotados peledeistas se declaraban prácticamente en bancarrota y casi nadie lo cuestionó.
Querían dinamizar el turismo, pero cuestionan muchas de las medidas adoptadas.
En fin, querían cambios, pero solo en el papel porque cuando se convierten en realidad hay inconformidad, criticas, maledicencia y hasta perversidad en ciertas declaraciones.
Pero reitero, Gracias a Dios, hay una población mayoritaria que esta viendo como ese cambio se esta traduciendo en un mejor país.
El nuevo gobierno tiene apenas un mes y medio en el poder y no le han dado ni los 3 meses reglamentarios para demostrar lo que puede hacerse cuando hay transparencia, responsabilidad, decisión, coraje y promesas hechas que se están cumpliendo.
Y hablamos de un gobierno que tomó las riendas del poder en la peor crisis social, económica e institucional jamás existente.
Con una pandemia que parece no tener fin, aunque controlada significativamente gracias a la concientización de gran parte de los dominicanos que ya se acostumbraron a usar mascarilla y mantener la distancia con los demás. Eso es lo único que nos podría salvar.
El último reporte del Banco Central muestra una ligera mejoría en algunos indicadores económicos. Pero no nos hagamos ilusiones porque la crisis está lejos de ser superada. Los déficits son abrumadores, las deudas se disparan y las presiones sociales y demanda de empleos se multiplican.
Pero lo importante es que la confianza domina el sentir de los dominicanos porque mientras las cosas se hagan bien hay esperanzas. Se cometerán errores, pero es parte de la naturaleza de todo gobierno.