“EX FACTO ORITUR IUS”
Justicia en tiempo de Covid
En ocasión del editorial de este prestigioso medio del jueves 17 del mes el curso titulado “La justicia virtual llego para quedarse” quise hacer estas reflexiones. En el año 2002, me desempeñaba como gerente de formación y capacitación en la Escuela Nacional de la Judicatura; el actual presidente de nuestra honorable Suprema Corte de Justicia Luis Henry Molina, ocupaba la dirección de esa prestigiosa institución de altos estudios. Para entonces su director articulaba un ambicioso proceso de capacitación online, sincrónico y asincrónico, nunca visto en nuestro país dirigido a todos los jueces. En ese entonces albergaba en mí y en algunos jueces cierta resistencia a ese sistema, en el entendido de que el desarrollo de las competencias y habilidades de un profesional del derecho y, con más razón, de uno que tendría una de la funciones más delicadas y complejas de la humanidad (el rol de juzgar a los demás), solo debía realizarse de manera presencial. Más tarde la dirección de la Escuela, realizo procesos de capacitación a nivel nacional e internacional, donde asimilamos la importancia de esos procesos de formación, que hoy son una realidad en todo el mundo.
Dieciocho años después, en medio de una crisis mundial, sin parangón, ocasionada por una pandemia que ha impactado en todos los órdenes el desenvolvimiento de las sociedades, donde el sistema judicial no es ajeno a esta realidad, le corresponde al ex director de la ENJ y actual presidente de la SCJ, Magistrado Molina Peña, liderar un proceso más complicado que el de la Escuela, en el marco de un nuevo esquema de gestión de justicia.
Como hemos visto por los medios de comunicación, desde el Poder Judicial se articulan unas medidas que vienen a dar respuestas adecuadas a este estado de crisis, por ejemplo: las audiencias virtuales de medidas de coerción ante las oficinas de atención permanente; el depósito de documentos, el conocimiento de las sesiones del pleno de la Suprema donde se discuten los expedientes, en salas reunidas, que tienen un segundo envió; las sesiones del Consejo del Poder Judicial, entre otras medidas. Así mismo vemos cómo el Tribunal Constitucional Dominicano y el Tribunal Superior Electoral han implementado algunas medidas en este sentido.
Estoy seguro de que las medidas asumidas por el Poder Judicial para dar respuesta a la situación de la necesidad del distanciamiento social para prevenir el contagio del COVID 19 entre los usuarios del sistema de justicia, una vez pase esta lastimosa realidad —porque todo pasa—, serán acciones que quedarán implementadas en nuestra administración de justicia. Por parte de los jueces, estimo que no habrá mayores dificultades, la ENJ desde sus orígenes se preocupó por crearles conciencia y darles las competencias en el uso de las TIC en la administración de justicia. Sin pretender imitara a Julio Verne, no estamos lejos de que una fase importante de los procesos judiciales se efectúen por medio de la inteligencia artificial.
La administración de la justicia en estos tiempos debe estar pensada sobre un mayor manejo de las TIC, lo que tributará a favor de que sea más abierta, eficaz, efectiva e innovadora. Por esta razón se impone, desde los distintos ámbitos de la comunidad jurídica nacional, auspiciar una transformación de la mentalidad y de la cultura de todos los actores del sistema de justicia dominicano.
Como dirigía Einstein: “Las Crisis son oportunidades para resolver conflictos”.