Luis, PRM y la caja negra del poderadmitió
Siempre hay que tener presente que el PRM sale del PRD sin que hubiera de por medio agua bendita, sino unos silletazos. Son apasionados y, como muchos políticos, creen que el Estado es botín del ganador. Esta situación no es extraña a Luis Abinader, quien nació en medio de esa tira y hala.
El nuevo presidente de la República asciende en una situación muy complicada con tres crisis simultaneas y su partido puede ser una más. Un panorama nada halagador. Tiene la ventaja que las primeras las encontró y tiene abierto el bolsillo del Estado con permiso de gastar sin mucho recato. En la última habrá sangre, sudor y lágrimas.
Abinader tiene que repartir obleas y exorcizar su entorno porque el reclamo de botellas, no trabajo, será la mayor demanda. También tiene que pedir a su entorno que, además de presión por el aborto, le aporten agua bendita para dar de beber a sus impacientes acólitos.
Al asumir la presidencia no era ignorante de lo que involucra, pero hay secretos que solo se conocen al abrir la caja negra del poder. La dura cara o la cara dura de los fácticos, el real poder, hace un gesto rápido detrás de las cortinas rojas del Palacio Nacional y muestra su naturaleza. No hacen ruido, pero aprietan sensibilidades.
Un botón como evidencia la tiene en público en la aparente unidad del PRM sobre el aborto. Estaban todos de acuerdo hasta llegar. Ahora hay un sopor de olvido. Hasta las narices de los elegidos llega el sutil aroma del incienso y hay desvarío. En cada comunidad las voces calladas emitieron susurros de futuro al oído de congresistas. Ya se han limado las tres causales y lo demás será brisa pasajera.
Abinader navega en mar proceloso imposibilitado de complacer a todos. La caja negra del poder contiene cosas que solo él sabe y no puede compartir ni divulgar. El poder es algo más que la presidencia de la República.