CONTANDO LOS HECHOS
Cambio y poder
Hasta ahora ha sido como una larga serenata con guitarra. A partir de mañana deberá ser como un concierto de violines. Si estuviéramos hablando de pelota es como que terminó el período de entrenamiento y mañana comienza la temporada regular de Grandes Ligas.
Cuando los partidos se reeligen, aunque sea con un líder diferente, se hace difícil hablar de CAMBIO, porque el núcleo principal de ese partido es el mismo. Cuando el ofertante es un partido de oposición generalmente la palabra o término que más se utiliza es el CAMBIO. Así sucedió en el 1978, cuando el PRD de Don Antonio Guzmán sustituyó al Partido Reformista del Dr. Joaquín Balaguer. Volvió a suceder cuando Leonel Fernández sustituyó al mismo Balaguer en el 96. Sucedería luego en el 2000, cuando Hipólito Mejía y su PRD sacaron al PLD derrotando a Danilo Medina.
Luego se dieron los cuatro gobiernos sucesivos del PLD, dos para Leonel y dos para Danilo. Ahora vuelve a producirse el CAMBIO. Los que recordamos el proceso tenemos que convenir en que la llegada del PLD al poder produjo un cambio de forma y de fondo que de alguna manera llegó a trastocarse con la acumulación de tiempo en el poder. ¿Hasta qué punto podemos esperar otro cambio de forma y fondo que nos pueda encauzar por el camino moderno de nuevas pautas y tecnologías que han estado entrando en boga? Solo en el tiempo se podrán apreciar los resultados.
La mayoría de los señalamientos para nombramientos realizados por el presidente electo Luis Abinader han sido casi impecables, rebosantes de juventud y magníficas calificaciones. Eso nos trae a la vieja frase, “Si quieres conocer a Pablito dale un carguito”. Habrá que ver cómo se compagina la orquesta para producir el bello sonido que debe producir un concierto de violines.
Los retos son muchos y variados y algunos hasta inéditos, como es el caso de la pandemia de Covid-19, que nos amenaza con una crueldad extraordinaria tanto en el ámbito sanitario como en el económico.
Resulta fácil concluir que la tarea por delante es muy compleja y exhaustiva, que habremos todos de arrimar el hombro para contribuir a que el nuevo gobierno del presidente Luis Abinader llegue a dominar las circunstancias para beneficio del pueblo dominicano. Dicen los ingleses: “Todo lo que termina bien es bueno”, también dicen, “Murió el Rey, viva el Rey”.