Opinión

Pompeo y la democracia de RD

Vinicio A. Castillo SemánSanto Domingo

Según ha sido informado oficialmente, la delegación de los Estados Unidos que vendrá a la toma de posesión del nuevo Presidente de RD Luis Abinader el próximo domingo 16 de agosto, estará encabezada por el Jefe de la Política Exterior norteamericana Mike Pompeo.

En ocasión de esta importante visita es oportuno resaltar que si no se hubiera producido su ya histórica llamada al Presidente Danilo Medina con la que Estados Unidos manifestó su preocupación ante los planes continuistas de imponer reelección indefinida, el curso de la historia reciente hubiera sido muy peligroso y convulso.

El Presidente Medina en su afán de reformar la Constitución nuevamente lo tenía todo listo. No le hizo caso al extenso movimiento de repulsa de la sociedad dominicana, ni a la oposición, ni a la sociedad civil, ni a las Iglesias. Al único que sí finalmente le hizo caso fue al ultimátum de Estados Unidos. Fue entonces cuando el Presidente Medina llamó a Reynaldo Pared, minutos antes de presentar el proyecto de reforma, para que no la presentara al hemiciclo. Todo eso ocurrió el mismo día de la ya famosa llamada de Mike Pompeo.

La democracia de RD fue sin duda preservada del peligro real de la instalación de un régimen autoritario tipo Venezuela o Nicaragua con el apoyo internacional del Gobierno Comunista Chino con quien previa y sorpresivamente había hecho relaciones diplomáticas el Presidente Medina.

Es importante igualmente apuntar que previamente a esta visita del Canciller de EU, el Sub Secretario de Asuntos del Hemisferio Occidental declaró la necesidad de castigar los actos de corrupción en América Latina, señalando específicamente los sobornos del caso ODEBRECHT, un caso de crimen organizado internacional, siendo uno de sus ejes fundamentales el acuerdo a que la empresa brasileña llegara con la justicia norteamericana y con lo cual tuvo que pagar miles de millones de dólares y comprometerse a delatar la magnitud y detalles de los sobornos a funcionarios públicos en distintos países de América Latina.

Es evidente que la política Exterior de Estados Unidos tiene interés que ese caso ODEBRECHT en RD no quede impune, especialmente en los nuevos hallazgos denunciados en el programa de Alicia Ortega relativos a treinta y nueve millones de dólares del mega proyecto de Punta Catalina y quince millones de dólares en la gestión de Obras Públicas después del 2012, hechos que no han sido objeto de investigación ni de proceso judicial en la Republica Dominicana.

A partir del 16 de agosto el pueblo dominicano igualmente espera que estos casos de mega corrupción no queden impunes. No cabe dudas de que la llamada de Pompeo y el interés de Estados Unidos de preservar la democracia dominicana y de perseguir y castigar la corrupción de funcionarios públicos coincide con el interés y la esperanza de la inmensa mayoría de los dominicanos.

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