EN LA RUTA
Votos decisivos
Nadie duda que Luis Abinader ganaba comoquiera las elecciones. Y aunque existía la disyuntiva de si era en primera o en segunda vuelta, su triunfo no estuvo en aprietos en ningún tramo del proceso. Sin embargo, y pese a que el Poder estaba virtualmente asegurado, no necesariamente así el control del mismo ya que el tanto más o el tanto menos de éste, dependía de en cuál de las dos rondas se produjera la victoria.
Y es que si el Partido Revolucionario Moderno (PRM) no hubiese ganado en primera vuelta (52.5 %) iba a estar obligado a pactar con la Fuerza del Pueblo (9%) que ya había manifestado su intención de respaldar a Luis en un potencial balotaje, lo que iba a ser igual a tener que entregarle por lo menos la mitad de los cargos del gobierno.
De ahí la importancia del aporte realizado por el grupo de exdirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que en el tramo final del proceso pasaron con sus respectivas estructuras a apoyar al PRM.
Los hechos y las matemáticas indican que en la diferencia de la votación que obtuvo el PRD en las elecciones municipales del 15 de marzo (4.9 %) y las presidenciales del 5 de julio (2.38 %), estuvo el laborantismo succionador de trabajadores políticos como Carlos Gabriel García, José Neney Cabrera, Ángel de la Cruz, Radhamés González, Julissa Hernández, Pedro Richardson, José Jáquez y Henry Sarraf, entre otros. Así las cosas, y por más que el triunfo estuviera asegurado, es evidente que la historia iba a ser diametralmente diferente si el resultado no se daba en primera ronda, y para lo cual esa aportación de votos de experredeistas resultó fundamental.