Opinión

VIVENCIAS

¿Sueños lúcidos o estrambóticos?

JUAN F. PUELLO HERRERASanto Domingo

Escribió André Berthet en Máximas nuevas sobre viejos temas (núm. 9), que la ironía es un acto de valor en los débiles y una cobardía en los podero­sos. Sin embargo, creo que la ironía es un recurso que bien empleado sirve para des­cargar frustraciones e impotencias, como la que se siente cuando no se puede hacer nada para re­mediar las decisiones tomadas por los encargados de construir una gobernabilidad ajena a las practi­cas perniciosas que aquejan a este país.

En la Ilíada Homero (Madrid: Editorial Edaf, p. 30) nos cuenta que también los sueños son obra de Zeus o sea de Dios; de modo que, mien­tras soñamos parte de nuestra existencia se ve re­flejada en los sueños, que si bien ata los sentidos libera a la razón de aquellas cosas que aun des­piertos nos resistimos a ver.

Por otra parte, Calderón de la Barca (Espa­ña: Textos.info 2018, p.73) se pregunta “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilu­sión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Sin embargo, aun siendo los sueños, ficticios, con personajes irreales y situaciones im­posibles, vemos personas y hechos tan reales co­mo la vida misma, hasta el punto de que no sabe­mos si era un sueño o una realidad.

No se trata de hacer un problema obsesivo de los sueños, ni buscar interpretaciones objetivas o extrañas asociadas a la realidad, como tampoco convencernos de la verdad que puedan encerrar, sino de ver en una segunda entrega bajo el título el significado de los sueños, si en los sueños luci­dos estamos conscientes de estar soñando y en los sueños estrambóticos si estos pueden o no reflejar situaciones reales.

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