Opinión

Danilo elige zafacón de la historia

Danilo Medina debe sentirse satisfecho de su obra. Como buen maestro negativo sabía que conducía su administración al zafacón de la historia.

Durante mucho tiempo se le advirtió a Danilo que iba como caballo desbo cado hacia el precipicio. Es difícil distinguir entre su odio hacia Leonel Fernández o el temor a la investigación judicial lo que le impedían tomar el sendero lógico. Quizá fueron ambas. Danilo, cuando baje a la realidad, se convertirá en el nuevo referente de mal gobierno y político errático, no porque el PLD perdiera las elecciones, sino porque él y solo es el culpable de la cadena de hechos conducentes a tal resultado.

Aunque sospechan las causas, mucha gente se pregunta ¿por qué perdió el PLD? Sí, perdió porque armó una retahíla de absurdos. Al obtener este vergonzoso resultado Danilo deja una escuálida entidad política con escasa representación congremunicipal.

La lista es larga: la descarada impunidad a la corrupción; convertir el Estado en feudo familiar; impedir el flujo de las fuerzas internas; pretender reelegirse; poner un espantapájaros como candidato y dividir el PLD fueron algunos resultantes de la pérdida del poder. Y lo peor no ha llegado. Danilo, jubilado de la política electoral, no podrá guiar los restos del naufragio. El PLD se orienta a una lucha interna donde cada dirigente con méritos en esa tendencia tratará de atrapar una parte del botín mientras otros cruzarán sin ambages a la Fuerza del Pueblo. El desgaje será tan rápido como una nave que en medio de problemas suelta lastre. Se percibe que el partido morado implosionará como devinieron el PRD y PRSC.

En este cuatrienio habrá una recomposición del liderazgo. Caras nuevas emergerán supliendo los espacios de los jubilados. Se verá si la FP puede constituirse con éxito en el principal partido de oposición y el PRM se compacta en torno a Luis Abinader o mantienen su línea peñagomista de no reelección.

Muchas cosas se verán en este agitado periodo que deja a Danilo como el principal perdedor. Lo buscó y lo obtuvo. Logró compactar las fuerzas nacionales en un voto de castigo. Ni siquiera con el manejo político del coronavirus -que aún mantiene creando pánico, como venganza contra Abinader- y los miles de millones de pesos invertidos en comprar conciencias evitaron su despeñadero. EPD.

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