MI PALESTRA
Sangre, dolor y lágrimas
Esta democracia nuestra nos costó lágrimas, dolor y millones de lágrimas de madres, esposas e hijos de miles de hombres y mujeres que lo dieron todo por tener un país libre donde se respeten las ideas y se pueda vivir en libertad.
Estamos llamados una vez más a las urnas para ejercer el sagrado y constitucional derecho de elegir y ser elegidos en medio de una situación de salud que ha afectado al mundo y que nos convoca a ir a votar protegidos y en paz.
Los resultados, sean los que sean, serán la expresión libérrima del voto soberano de un pueblo que aspira a vivir en paz y con la meta de comenzar la recuperación nacional para seguir trillando el camino del progreso y de armónica convivencia entre hermanos hijos de una misma tierra bendecida por Dios bajo el amparo amoroso y bienhechor de la Santísima Virgen de Altagracia.
Ella nos quiere juntos, seguros en paz y en libertad!.