PENSANDO
Adiós compadre
La partida de mi compadre Alberto Houellemont (Kbco) significó una gran pérdida para todos.
Contar con una persona formada en una familia que se forjó en los principios, es un privilegio haberlo tenido entre nosotros.
La mezcla de sus colores en su gran legado pictórico representa una fusión de valores que lo acompañaron en su paso productivo en la sociedad dominicana.
Profesional académico, padre, hijo, hermano y amigo, manifestó en cada expresión su solidaridad, su entrega, sinceridad y elegancia en el momento de mostrar sus afectos.
Fue la conjunción de un ser que irradiaba la nobleza que encierra dar sin recibir.
Valorar la vida sin egoísmo, trillar su camino con el alimento que solo da la dignidad y despedirse con la frente en alto en su misión cumplida, es para mí motivo de orgullo y admiración por él.
Su magia a través del pincel lo hizo adentrarse en los mejores paisajes, motivos florales, y la ilusión teñida de realidad expresada en un lienzo que abrigaba un sentimiento colmado de sublimidad.
Hoy te escribo recordándote para darte un adiós cargado de cariño, respeto y admiración.