EN SALUD, ARTE Y SOCIEDAD
Pandemias silentes, algunas más letales que el Covid-19
Como el mundo, nuestra sociedad, sistemas de salud y economía están bajo el terror. Pánico masivo ante la propaganda a favor del Covid-19. En tanto, el Ministerio de Salud informaba una incidencia acumulada de 17,752 casos hasta anteayer, 2 de julio, 2020, tres semanas antes (9 de mayo), sólo 5 provincias de baja población (Dajabón, Sánchez Ramírez, María Trinidad Sánchez, Pedernales y Hato Mayor) acumulaban 18,898.68 casos de “enfermedades transmitidas por alimentos y agua”: +6.07% que los casos de Coronavirus informados.
Igualmente, en tanto el doctor Sánchez Cárdenas reportaba el logro importante de una letalidad de 2.90% y a la baja para el Covid-19, la Leptospirosis, con baja incidencia, mataba 10.38 veces más.
Las Enfermedades Respiratorias Agudas (“IRA grave, bronquitis, bronquiolitis, bronconeumonía y neumonía”), que el Covid-19 agrava y afectan las vías respiratorias altas y bajas, son endémicas en el país. Hace tres semanas contábamos 126,306 casos de IRAs las vías respiratorios altas y 626,889 de las bajas. Afortunadamente, estas cifras ilustran una reducción en -18.23% y -21.68%, respectivamente, frente a sus niveles del 2019.
También, que sus eventos hasta hace 3 semanas fueron, respectivamente, +6.11 y +34.31 veces que los de Covid-19 reportados hasta anteayer.
Notamos que el promedio de casos diarios de Covid-19 hasta entonces (90 días) fue 197.94, similar al average de las enfermedades producidas por agua y alimentos (209.98) para igual período y ¡sólo en las cinco provincias referidas!
Respecto a las IRAs de las vías altas, la incidencia abruma: por cada caso de Covid-19, hubo 6.12 eventos de IRA de las vías altas y 35.31 de las bajas, preferentemente atacadas por el Covid-19.
Sumados los casos de ambas IRAs hasta la fecha del boletín epidemiológico #19, totalizaron 753,195.00. De estos, apenas el 0.17% agravó, causando la muerte del 0.01% y acumulando una tasa de letalidad de 7.6%; esto es: 18 veces más que la reportada en igual periodo del 2019 (0.4%) y, también, +1.62 veces que la del Covid-19 hasta anteayer.
Como vemos, hay otras emergencias sanitarias en el país, silentes, matando. Sobre ellas, sin embargo no existe ni se propaga el terror y nivel de atención que en torno al Covid-19 se despacha por doquier.
Desde nuestro humilde punto de vista, las sociedades están en una situación irracional, paranoide, a causa de una comunicación abusiva, gerencialmente desencadenada desde una psicología de las masas que recurre al condiciona miento operante para obnubilar consciencias, impedir la visión proactiva de la realidad y optimizar el desempeño ante las alternativas a mano.
Mundialmente, las políticas públicas en salud pudieron focalizarse en la población en riesgo (edad, sistemas inmunológicos comprometidos, con enfermedades latentes) y en fortalecer la infraestructura y canales de servicios y atención, como Suiza. Dado que el contagio masivo es inevitable pues se avanza a la “inmunidad de rebaño”, lo importante es adoptar actitudes y acciones proactivas: cuidar la salud individual y familiar, enfocar el sistema inmune, tener bajo control las enfermedades que el Covid-19 agrava y mantener garantizado acceso a especialistas neumólogos, hematólogos y cardiólogos.
Consultados a tiempo, ante episodios de IRAs o contagio de Covid-19, esos especialistas de la salud saben ya cómo garantizar nuestras vidas.