Inconcebible

Lo acontecido la semana pasada en el populoso sector Capotillo del Distrito Nacional, donde un grupo de lugareños protagonizó una intensa balacera, es tan grave como las razones que el vox populi endilga a la misma, y que develan el maridaje entre delincuentes y autoridades.

Según la denuncia, lo acontecido obedeció a que algunos policías cobran peaje para supuestamente proteger a negociantes de droga pero que luego apresan y le quitan la mercancía. También aseguran que en ocasiones se hacen operativos de requisa sin serle previamente notificados a los delincuentes (…).

Revelan que, aunque no con la intensidad del jueves pasado, los tiroteos son frecuentes en esa zona…y por los mismos motivos. Versiones que deben ser investigadas por las estructuras policiales y judiciales, pero que en las preliminares muestran una putrefacta relación de impunidad y complicidad.

Y es que no hay manera de justificar como es que haya un perímetro donde se sepa que se comercializan drogas a plena luz del día, que la gente anda fuertemente armada y en las que haya zonas en las que las autoridades no pueden entrar.

Pero donde lo peor es que mucha gente, que por limitantes económicas tiene que vivir en ese lugar, cargue con las consecuencias de esta especie de tierra de nadie en la cual todos saben quién vende o consume drogas, roba, mata o atraca, menos las autoridades. Se recuerda que hace varios años se produjo una intervención policíaca-militar de aire, tierra y agua (por el río Ozama), donde se encontró de todo y a todos, pero lamentablemente el control solo duró mientras estuvo el operativo.