EL BULEVAR DE LA VIDA
“¡Nos descubrieron!”
El pasado sábado, mientras Color Visión emitía la entrevista que habíamos grabado para mi programa McKINNEY, Luis Abinader –con toda la ironía del mundo, con buen humor y algo de gadejo– me escribió el siguiente mensaje: “Nos descubrieron, Pablo, nos descubrieron”.
El mensaje se refería a un tuit que un ciudadano (ADLC) me había enviado minutos antes, con el siguiente mensaje: “La Hipocresía y la Demagogia en la Política. ¿Y aquí no hay Guion? Criticaron a Gonzalo Castillo con Santiago Matías por llevar sus preguntas en su (IPad), sin embargo Pablo entrevista @luisabinader con preguntas en su (IPhone) y nadie dice nada”, esto, a partir del debate que suscitó la citada entrevista al candidato del PLD, porque –supuestamente– en ella existió un guion con preguntas y respuestas que se compartió y se ensayó con el invitado.
Pero además, el mensaje de Abinader tiene que ver con el hecho de que durante los últimos años, nuestras entrevistas han sido duras batallas retóricas, duelos formales y frontales pero con una salvedad: ni yo en mis preguntas y “contrapreguntas” ni él en sus respuestas hemos descendido nunca a las cloacas del insulto, imagino que por educación doméstica, por salud mental, y sobre todo porque quien tiene argumentos para debatir no necesita denostar a su adversario, entrevistado o entrevistador.
Uno espera que el mensaje del ciudadano ADLC haya sido fruto de la pasión política, y no de la ignorancia que supone no saber que toda entrevista conlleva un proceso de investigación a partir del cual se elaboran notas y se eligen temas. Esas notas y esos temas eran el contenido que guardaba mi Smartphone, como cada sábado desde hace ya 17 años.
Pero, como quien está dispuesto a hacer todo por dinero, generalmente cree que el dinero lo puede todo, conviene recordar aquí que desde que en 1982 entrevisté al profesor Bosch en San José de Ocoa hasta hoy como a las cinco, ninguno de mis entrevistados en más de seis mil entrevistas, (ni siquiera aquellos dirigentes políticos que me honran o alguna vez me honraron con su amistad), pueden siquiera sugerir que he compartido jamás los contenidos de mis notas y mucho menos el temario de cada entrevista con alguno de mis invitados.
Por eso disfruté como un niño liberado de cuarentena el irónico mensaje del candidato Abinader: “Nos descubrieron, Pablo, nos descubrieron”.