PUNTO DE MIRA
Votar es derecho del dominicano
La Junta Central Electoral vuelve a corcovear como burro cerril. Los miembros del alto organismo electoral reniegan de las obligaciones que le impone la ley y saltan tratando de eludir el compromiso que tiene el país de facilitarle el acceso al voto de los dominicanos que viven en el extranjero.
Dar las facilidades para que los dominicanos ejerzan el voto no es un regalo.
Los residentes en el extranjero, que están empadronados en sus respectivas ciudades, son una prenda que tiene la nación. Estos ciudadanos se quitan el pan de la boca para apoyar a sus familiares que residen en el país. Ejercen una solidaridad a toda prueba y el único tributo que se les brinda es que sigan vinculados a la nación votando por quien entienden sea el más capacitado por su preparación y experiencia para gobernar el país.
Es un abuso de la JCE seguir eludiendo el montaje de las elecciones en el extranjero cuando ya se ha comprobado que no existen obstáculos, por lo menos en Estados Unidos, para que se puedan montar los comicios.
Se sabe que los dominicanos que viven fuera de su país, que son, en muchos casos, exiliados económicos, constituyen una fuente de ingresos de dólares que no ha dejado de fluir, aunque han sufrido los fuertes efectos de la pandemia y a esa solidaridad la JCE retribuye con querer escamotearle sus derechos constitucionales.
Votar es un derecho, no importa donde viva el dominicano.
Vuelve la JCE a arroparse con el manto de la sospecha. Es sabido que los dominicanos en el extranjero están en contra del continuismo en el poder del grupo danilista, es el gobierno es más interesado en evitar que ese fardo de votos que castiga sea contabilizado en su contra por eso las sospechas contra el organismo electoral que coincide con los despropósitos oficialistas.
El montaje de las elecciones en el extranjero estaba en el programa del 2020. Hay que cumplir con la ley. Los dominicanos residentes en el extranjero tienen el derecho de votar.