EN LA RUTA
Miedo o respeto
Visto el aumento en el flujo vehicular, la inobservancia del distanciamiento físico, la negativa de mucha gente a quedarse en la casa, la apertura a puertas traseras de muchos negocios y los casi 60 mil detenidos por violentar el toque de queda, el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, dijo que al parecer la gente le perdió el miedo al Coronavirus COVID-19.
Una reflexión que pudiera no ser mala si no fuera que adjunto a la aparente ausencia de temor, subyace una sí peligrosa pérdida del respeto. Porque una cosa es perderle el miedo a un enemigo y enfrentarlo, y otra, riesgosa y letal, es desconocerle su poder e irrespetar su peligrosidad, pero 10, 634 infectados y 393 decesos no parecen asustar a una parte de la población.
Actualmente la disyuntiva es si se mantiene una cuarentena que cada vez menos cumplen, o si se apertura la dinámica nacional, aunque con sus debidas restricciones y evitar que el daño a la economía sea mayor.
Quienes optan por la reactivación entienden que a fin de cuentas los muertos siempre serían aquellos que no se adhieran a las normas de protección, alejamiento, cuidado e higiene. Sostienen de manera cruel (pero real) en que las variables poblacionales y de contagio, versus la letalidad del virus, pueden proyectar por donde andarían los que lamentablemente van a fallecer.