PANCARTA
Panorama peliagudo

Vivimos la cuenta regresiva hacia el 5 de julio. Mientras unos hablan de contagios, otros esperan a quienes ya debieron publicar un desagravio tan solemne como la gravedad del colapso de febrero. *Todavía no aparece un pronunciamiento público de una entidad reputada favorable a la actuación de la OEA. Hay consenso en que los poderes fácticos se inclinan ante el poder oficial. Eso explica el silencio cómplice. *La concentración de personas entraña un riesgo que no discrimina colores ni siglas partidarias. Tampoco victimiza según la religión de los contagiados. *Hay quienes preguntan cuántos ilícitos pasaron por la mente, planes o cuentas bancarias de funcionarios gubernamentales, en los sucesivos momentos de convocatoria a la multitud reunida en Puerto Plata.