EN LA DIANA

Expectativas y Financiamiento

Primer tiro Las expectativas sobre la duración y las consecuencias de la cuarentena incidirán directamente en el panorama macroeconómico actual, y por eso es fundamental que cuando se piensa en fuentes de financiamiento interno, se tenga del debido cuidado de no confundir aumento de la emisión monetaria con aumento de la liquidez (dinero disponible, que también aumenta en la situación actual), aunque todo aumento de la primera aumenta la segunda. La emisión monetaria ocurre cuando el Banco Central decide dar un crédito al sector público o al sector privado, aumentando sus préstamos y su pasivo monetario, y también cuando no neutraliza el vencimiento de los títulos que emite, los cuales tienen fecha de vencimiento fija, lo que significa que si a dicha institución se le impone la obligación de redimir títulos antes de su vencimiento (como sería el caso de la devolución de los fondos de pensiones), la emisión monetaria aumentaría en la misma cantidad, causando un aumento proporcional en la inflación y la devaluación, pues el aumento de la liquidez resultante se sumaría a la ya dispuesta por la institución monetaria.

Segundo Tiro El cambio en las expectativas y el conjunto de decisiones que puede desencadenar, debería ser el fundamento para evaluar la posibilidad de una fuga de capitales o dolarización a que podría conducir un aumento inesperado en la emisión monetaria. El análisis de la posibilidad de la fuga de capitales tiene que considerar que el aumento de la dolarización es un fenómeno equivalente. Para formar sus expectativas, los inversionistas evaluarían el aumento de la deuda pública, el saldo de la “balanza cambiaria” de cortísimo plazo como factor determinante de la presión cambiaria, y el aumento del riesgo crediticio producido por la flexibilización de los criterios para su evaluación. El análisis de los datos disponibles demuestra que hasta ahora no hay un proceso de aumento de la dolarización de los depósitos del sistema financiero, aunque los bancos y demás intermediarios financieros están esperando un aumento brusco en el retiro de depósitos, lo que es aumento de liquidez no inflacionaria.

Tercer Tiro Los puntos anteriores están íntimamente relacionados con la fuente de financiamiento del aumento del gasto público. Pero es necesario distinguir dos momentos. El primero es el aumento del gasto en salud y en subsidios sociales. La reducción de la propagación del virus y su control, asegurando a la población las condiciones minimas para un rápido levantamiento de la cuarentena, requieren de financiamientos internos transitorios para las transferencias monetarias no condicionadas a los trabajadores suspendidos, y a los hogares de los trabajadores informales, pues dichas urgencias no pueden esperar por la llegada de recursos externos (segundo momento), y dado que tampoco se puede esperar que en la situación actual los inversionistas compren nuevos títulos de deuda pública, es necesario y urgente diseñar un programa de financiamiento transitorio del déficit fiscal, el cual se sustituiría posteriormente por un financiamiento externo de largo plazo, el que a su vez debe incluir el apoyo financiero para el proceso de recuperación y normalización de la actividad económica, los cuales deberían estar disponible lo más rápido posible, pues el anclaje de las expectativas requiere señales de que dichos arreglos se pondrán en ejecución en un plazo de semanas.

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