ORLANDO DICE
¿Atajó o enlazó?
Celebrada y asistida el pasado jueves 27 de febrero, ahora falta saber si la convocatoria llenó su cometido, si atajó o enlazó.
Promovida en principio como concierto, después como manifestación, su transcurso definió, pero su finalidad no quedó clara.
Hubo canciones, pero también confusión de lenguas y un ánimo libertario que todavía no se sabe a cuál sector aprovecha.
Todos pensaron que era a favor del Cambio, pero si se pone la emergencia, el vehículo deja de avanzar. Y emergencia fue lo que puso Carlos Sánchez al dar cuenta de una trama de la que todos eran conscientes, pero ninguno se atrevía a denunciar.
Separar la paja del grano fue una audacia, pero cambió el tono de la protesta, y ese discernimiento despoja al movimiento de su posible bandera, no política (pues de por sí es político), sino partidaria.
Sánchez sacó a Leonel Fernández de juego, aun cuando este había saludado la protesta, y otros cargaron contra Luis Abinader posterior a la ocurrencia.
Si no es con Fernández ni con Abinader, entonces tuvo que ser contra Danilo Medina, el gobierno y el PLD. Una contradicción, pues la investigación del 16 de febrero va, pero también los comicios del 15 de marzo.
Habrá que votar en la ocasión, como igual el 17 de mayo ¿por cuál de los candidatos lo hará la Plaza de la Bandera? Ese punto no está claro.
El gobierno piropeó y la guardia galanteó regalando flores, entregando botellitas de agua y facilitando el paso. La oposición no flirtea todavía, y posiblemente tema una afrenta. Y con razón, pues el comediante Sánchez y el presentador Sergio Carlo tienen el bocado caliente y no se andan con simulaciones.
La oposición tiene esa tarea pendiente: atraer los insolentes muchachos de la Plaza de la Bandera como si fueran las muchachas bonitas de la Plaza España.
Esa sería una mayoría estratégica, con fines de principios y no solo de coyuntura. La Indignación no se anda por las ramas y dice a la oposición ¡ayúdate, que yo te ayudaré!.