Opinión

Fe y Acontetecerer

“Dichoso el que camina en la voluntad del Señor”

Cardenal Nicolás de Jesús López RodríguezSanto Domingo

VI Domingo del Tiempo Ordinario 16 de febrero de 2020 – Ciclo A

a) Del libro del Eclesiástico 15, 16-21.

Estos versículos exponen el te­ma de la liber­tad personal pa­ra elegir el bien o el mal, la vida o la muer­te (cfr. Deut. 30, 15-20). El pecado, el mal y todos los demás antivalores existen­tes en el mundo no son obra de Dios ni corresponden a su designio sobre la huma­nidad. “La sabiduría de Dios es inmensa… y Él conoce las obras del hombre, cuya libertad respeta, porque Él mismo se la dio”. Así explica el Eclesiástico el origen de la muerte y del pecado. És­tos no proceden de Dios, si­no de la libertad del hombre para optar por el bien o el mal. Y porque el hombre es libre, es también responsa­ble moralmente ante el dile­ma bien-mal, muerte-vida. Saber elegir es lo que cons­tituye la sabiduría de la li­bertad. Por su libre albedrío el hombre se realiza como persona madura, pero sólo si opta por el bien y no por la arbitrariedad egoísta.

b) De la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios2, 6-10.

San Pablo también se refie­re a la sabiduría cristiana. Al misterio de Dios que se ex­plica desde la cruz, ahí se encuentra la verdadera sa­biduría. El Apóstol no fue el trasmisor de ningún conoci­miento humano superior, co­mo ha referido tantas veces, su fuerza persuasiva procede del Espíritu y es el Espíritu el que dio a los Corintios la sabi­duría misteriosa de Dios. Pa­ra acercarse a este misterio San Pablo refiere al profeta Isaías 64, 3: “ningún ojo vio, ni oído oyó, ni mente huma­na concibió…” haciendo re­ferencia a la Resurrección y completando las palabras del profeta con las suyas: “lo que Dios preparó para quienes lo aman”.

c) Del Evangelio de San Mateo 5, 17-37.

Este fragmento del evange­lio presenta cuatro de las seis antítesis contenidas en el Ser­món de la Montaña median­te las que Jesús proclama el sentido de la Ley nueva y hay dos frases que constituyen la clave de interpretación de las seis antítesis de Mateo 5, 17-48. Primera: “No crean que he venido a abolir la ley o los pro­fetas: no he venido a abolir si­no a dar plenitud” (v. 17). Por tanto, las fórmulas antitéticas en labios de Jesús no son pala­bras de un revolucionario sin control, que arrasa con el An­tiguo Testamento, es decir la Ley y los Profetas, sino que le dan plenitud y profundidad. La segunda clave sería: “Se lo aseguro: si no son mejores que los letrados y fariseos, no entra­rán en el Reino de los cielos” (v. 20). Esta fidelidad mayor es la diferencia que señala Jesús en­tre los miembros de la Sinago­ga y los de la Iglesia.

Este domingo se leen las cuatro primeras, referen­tes a estos temas:

Homicidio (vv. 21-26), afir­mación de la vida humana y del derecho a la misma. Jesús condena no sólo la privación de la vida física, sino incluso toda acción o sentimiento de malquerencia, hasta el pun­to de establecer el amor al prójimo como condición pre­via para el culto auténtico a Dios. Adulterio (vv. 27-30), afirmación de la plena fideli­dad conyugal en el amor. Es inmoral no sólo el hecho con­sumado, sino también el de­seo, es decir, el adulterio de corazón.

Fuente: Luis Alonso Schökel: La Biblia de Nuestro Pueblo. B. Caballero: En las Fuentes de la Palabra.

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