IDEANDO

Gracias a la modernidad

Antes, 30 años atrás, resultaba muy difícil para un profesional de cualquier área, poder trascender ejerciendo en cualquier pueblo del interior del país.

Todo se concentraba en Santo Domingo. Aquí estaban los mejores médicos, los ingenieros más notables, los más destacados locutores, publicitarios, periodistas, abogados, en fin, lo mejor de lo mejor de cada categoría.

Si alguien enfermaba en cualquier pueblo del país acudía a los centros médicos de la capital para recibir atenciones adecuadas y confiables. Si un artista quería proyectarse tenía que radicarse en la capital para poder desarrollar su carrera. Lo propio sucedía con los estudios universitarios, con los colegios, con los deportes, con el entretenimiento, etc.

Afortunadamente, hoy día las cosas no son así. Sobran los nombres de muchos profesionales que han construido su fama sin salir de su entorno provincial.

Todo esto gracias a la era digital en que vivimos, la cual crea posibilidades para que se difunda con mayor rapidez y facilidad la fama y el conocimiento.

Hoy se puede brillar desde cualquier aldea. El escenario es global y lo que menos importa es donde estén los servicios. No existen límites ni valladares para que podamos desarrollarnos y construir una reputación profesional reconocida a nivel nacional y mundial. En el caso particular de la publicidad, hoy se pueden contratar talentos de cualquier parte del mundo y muchas veces hasta sin conocer su rostro, como sucede con los locutores y las voces que participan en los spots de radio y tv.

Pero también hay empresas que reciben asesorías de todo tipo a distancia.

Ciertamente el mundo es una aldea global, la misma de la que nos habló el canadiense Marshall McLuhan en la que las distancias físicas no existen.

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