DETRÁS DE LA RENDIJA
Cuidado con el resurgir del sicariato
Un hombre sentado y por la espalda le “llovieron” tres disparos. Era un hombre que había caminado escasos metros como un ciudadano cualquiera hasta desefundar y tirar a matar. Lo esperaba otro en una motocicleta donde finalmente huyeron. Eso fue en el Ensanche Luperón, uno de los barrios de la zona norte de la capital. Difícil. Muy difícil.