Muy complejo

Como el panorama político del país se ha tornado más complejo e indefinido a partir de la división formal del PLD, cada vez aumentan las incógnitas con respecto a cuál de las tres figuras que se disputan el control del poder para el 20 favorecerán las urnas, mientras la oportunidad de respuesta de especialistas y del ciudadano común disminuye con el paso de los días. Las cosas parecen apuntar a que el elector se incline ahora más por las figuras, por el peso específico y perfil del candidato, que por las siglas y colores de los partidos. En otros tiempos ha habido una combinación de eso y de la incidencia de la marca partido, pero esta última luce muy cuesta arriba y ha entrado en crisis de un tiempo acá, con el penoso y progresivo deterioro ético-moral de la política y de políticos dominicanos (¿). De las tres principales opciones en el actual proceso electoral, el único potencial a la vista del sector oficial es el de poder manejar -y lo hace sin discreción- recursos públicos en favor de su candidato, pero tiene como gran desventaja el peso de una división reciente, el desgaste o agotamiento de un partido de un largo ejercicio gubernamental, en el que los aciertos en materia de educación, modernización y desarrollo tecnológico, entre otros, se quedan cortos, frente a graves denuncias contra funcionarios que no se investigan, y a una actitud de inobservancia de los riesgos contra la institucionalidad democrática, la estabilidad macroeconómica y la paz social de la nación. Aunque Leonel Fernández por mucho tiempo aparecía puntero en todas las encuestas creíbles, se decía que no era solo a Danilo que amplios sectores querían sacar del poder, sino al PLD como organización, lo que era punto negativo también para el primero. De ahí que al jugarle con cartas marcadas en las primarias, colocarlo como víctima y empujarlo a formar la Fuerza del Pueblo terminen beneficiándole, porque, hasta prueba en contrario, lo separa -y lo diferencia- de “pecados” y de “pecadores” señalados por la oposición y por otros críticos ácidos del accionar del partido morado. Hasta el apoyo de Félix a Gonzalo se cree que ayuda a Leonel, por lo mismo. Y aun cuando sacó (le dejaron) poco más de tres veces los 283 mil votos de Abinader, a este último le dan delantero tras la crisis del PLD, que, se cree, debió sacarle mayor provecho. Sí, dio un golpe de efecto con los economistas que logró. En fin, con un Gonzalo en tercer lugar, y el que votó por Fernández volvería a hacerlo, falta ver el desempeño cuando éste y Luis queden solos en la pista.