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ORLANDO DICE

Los contrapesos: situación ideal

La democracia es más justa cuando existen contrapesos, como el Legislativo en manos de la oposición. Una situación ideal podría decirse.

Aunque en las ocasiones en que esa suerte se dio, el Ejecutivo no tuvo problemas en despacharse a su antojo. Siempre hubo una carta marcada sobre la mesa.

Esa sería una historia perdida y que por tanto no podrá escribirse, pero cuando no se entregó el partido oponente por razones de estrategia, lo hizo el legislador en provecho personal.

Luis Abinader dice en campaña que quiere un Congreso Nacional independiente y que los dioses de todos los Olimpo hagan su sueño y realicen su deseo.

Sin embargo, eso es en campaña, fuera del gobierno, y quien no tiene nada, la inopia le da igual en su circunstancia. Incluso en grado extremo como el pobre de solemnidad.

La realidad de gobierno es otra, pero como es futuro podría no interesar por el momento. Aunque Eduardo Estrella adelantó su ánimo como senador: actuará de acuerdo a su carácter y no con espíritu de manada.

El PLD lo tiene todo, y es lógico que sus adversarios se resientan.

Ahora bien, hay que repensar o recapitular que no siempre fue así, de que la primera administración del actual partido de gobierno no fue miel sobre hojuela. El PRD de entonces atrincherado en el Senado hizo y deshizo a capricho, como cuando nombró los miembros de la Junta Central Electoral sin el reparto que era uso y doctrina profesada por José Francisco Peña Gómez. Venganza o desquite, tuvo con qué igualar la pizarra del juego ganado por forfait en la Liga Municipal Dominicana. El arrebato o unilateralismo. El PLD aprendió una lección que su aliado Joaquín Balaguer se conocía de sobra: la conveniencia de tener al Senado de súbdito.

Entonces se fajó y se sigue fajando en elecciones para lograr dominio pleno de las cámaras legislativas. Si Abinader no recuerda o cree que puede librarse con senadores y diputados de otras filiaciones, bienvenida sea la democracia limpia y plena. Aunque se teme que después habrá crujir de dientes.

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