PENSANDO
Sentimiento nacional
No solo la lealtad sectaria a intereses políticos es suficiente para satisfacer las verdaderas necesidades de todo un pueblo.
En esta hora crucial para nuestra estabilidad económica y social se necesita del entendimiento de las fuerzas vivas que accionan fuera de las trincheras políticas.
El civismo surge frente a la desesperanza en alcanzar un proyecto de nación para blindar nuestra soberanía de fuerzas foráneas injerencistas, en construir una justicia comprometida con la fiscalización y repartición justa del patrimonio nacional, aboliendo así la impunidad sustentada en la independencia del ministerio público, y respetando el derecho a la vida protegida por una seguridad ciudadana, no solo frente a la criminalidad, sino preservando el derecho a la salud, educación y alimentación, sin distinción de banderías políticas.
La desesperanza es palpable en Argentina, Venezuela, Perú, Chile, Ecuador y hasta en la Madre Patria, se manifiestan en las calles estas necesidades reivindicativas.
Para aunar voluntades, en casa de Manuel Delmonte, Duarte manifestó: “Todo pensamiento de mejora en que el sentimiento nacional se postergara a la conveniencia de partidos, debía siempre reprobarse, porque su ejecución constituía delito de lesa Patria”.