Escobita nueva

Temístocles Montás se estrenó como presidente del PLD juramentando los nuevos miembros del Comité Político y haciendo un resumen de la reunión del Comité Central.

Parecería algo rutinario, pero en el antiguo régimen esa suerte de vocero la desempeñaba el secretario general Reinaldo Pared.

Leonel Fernández le sacaba el cuerpo y se reservaba para cosas mayores. Montás por lo visto no, jugará la posición que sea, sea con guante o a mano pelada.

Lo digo porque al día siguiente compareció a un programa de radio y se vio claro que llevará la voz cantante en la nueva etapa de lucha.

Anunció que el partido impugnará ante las instancias de lugar la postulación de Fernández por otras organizaciones políticas.

Junta Central Electoral y tribunales.

Contrario a lo que se pensaba, la contienda entre peledeístas continuará por otros medios, y no solo en la calle y en campaña.

Las altas cortes que se preparen, ya que lo que les vendrá encima rebasa y reboza la Constitución y las leyes. La voluntad política desesperada o asediada no cabe en los textos.

Las otras fuerzas deben estar atentas y moverse con inteligencia, puesto que si se descuidan, pierden el escenario político en manos de los peledeístas.

Las recientes primarias fueron un botón del rendimiento de los bandos del PLD, pues tomaron por asalto la fortaleza del proceso y no dejaron espacio para los sectores que se suponen oponentes.

Las líneas estratégicas del oficialismo todavía no se conocen en detalles, pero se siente que el ánimo es de combate.

Incluso se cree que no quedó tan mal parado. La experiencia del pasado lunes del Comité Central reunido para escoger los nuevos integrantes del Comité Político, dice mucho a su favor.

A la convocatoria del órgano respondieron 410 miembros, y de esa cantidad, 51 aspiraron a ocupar uno de los ocho asientos vacantes.

A nivel de CC el daño no fue grande, y ese desmesurado interés por pertenecer al organismo élite revela y refleja una vitalidad política inexplicable para una organización en crisis.