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DAR EL EJEMPLO

RD: ante los ojos del mundo

Justo ahora, cuando organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) están alertando sobre los peligros que se ciernen sobre el ritmo de crecimiento y estabilidad de la economía mundial, soplan vientos de confrontación política que ensombrecen el panorama local.

Hablo de la lucha que en estos momentos libra el ex presidente Leonel Fernández, para que la Junta Central Electoral (JCE) deje sin efecto los resultados de las elecciones primarias simultáneas celebradas recientemente.

El escenario en el que se desarrolla esta contienda, ya fuera de los recintos electorales, es sumamente preocupante.

Y la razón tiene que ver con la actitud beligerante que ha asumido un sector del peledeísmo que nos gobierna.

Tropas acuarteladas, decenas de policías apostados en los predios de la JCE y medios nacionales e internacionales difundiendo a cada minuto informaciones alusivas a esta crisis post electoral, dan la sensación de un estado de sitio en el que debemos prepararnos para lo peor.

El sector empresarial está nervioso, y hay voces que exigen una salida inmediata a este tranque, porque los inversionistas entienden que el contexto político es desalentador e incierto para hacer negocios.

Y porque el resto de la población, que somos la mayoría, no merece un desasosiego precisamente causado por los responsables de tomar decisiones equivocadas que impactan a todo el país.

Que un ex presidente de la República avive los ánimos para que la gente salga a protestar a las calles, sin garantías de que no se alterará el orden público, es una actitud sumamente alarmante.

Desde el pasado domingo, los sectores productivos han visto mermas en su dinámica diaria, porque todo parece indicar que ahora lo importante es estar atento al desenlace de esta película que nos coloca en la mirada crítica del mundo.

República Dominicana no bien se repone de una fuerte sacudida en el sector turístico nacional, que desafortunadamente afectó el ritmo de crecimiento de una actividad fundamental para el desarrollo de nuestra nación.

Ese llamado que hace el leonelismo del PLD a salir en defensa de sus intereses políticos-partidarios debe volcarse a favor de que nuestra imagen no siga trillando el camino de la deshonra y descrédito internacional.

El país y la tranquilidad colectiva están por encima de esos “berrinches” que animan a la desestabilización, a enfrentamientos y advertencias que podrían pasar de la teoría a la práctica, con resultados desastrosos.

A ningún ciudadano se le puede coartar el derecho a la protesta, al reclamo avalado por la Constitución y nuestras leyes. Pero nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a incitar a la anarquía.

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