56 y 49 años

En un país donde se juega hasta la picada de ojo, esos números pueden interpretarse como UN BUEN PALÉ. ¡Pero no! Se trata de dos fechas memorables, que a pesar de su trascendencia, pasaron casi desapercibidas.

Los 56 años del derrocamiento del primer presidente democrático, electo libremente después de una dictadura de 30 años, debería ser motivo para declarar ese día como “Regocijo Nacional”. No como 'Día no laborable’, sino 'DE REGOCIJO’, para que instituciones, escuelas, clubes, el Congreso y cada ciudadano, levante el nombre del profesor Juan Bosch y el de todos aquellos que, a partir de entonces, se entregaron por lograr el establecimiento de un Régimen Democrático.

Tristemente, los partidos creados por el desaparecido líder político, el PRD y el PLD, no estuvieron a la altura con la recordación de esa fecha. Ojalá sirvan estas Expresiones para que los gobernantes y dirigentes políticos, de todos los partidos, miren retrospectivamente este episodio.

Que en lo adelante se eleve al pedestal donde debe estar en la historia, no solo por sus discípulos y seguidores, sino por todos los dominicanos. Por igual, los 49 años del asesinato de un joven intelectual, brillante, honesto, como Amín Abel, no debería pasar desapercibido.

Es cierto que no podemos vivir del pasado, pero es imposible borrar la historia si no queremos repetir errores. Fechas tan memorables deben ser exaltadas. Que no haya más olvido sobre los días 25 y 24 de septiembre.