La amargura

Reflexionemos inspirados en esta frase del papa Francisco: “No dejemos que la amargura nos queme ni nos tiente”.

La amargura es uno de los sentimientos más negativos de la vida. Al que se amarga, le falta la energía para seguir viviendo.

Si has tenido cosas positivas, celébralas, no te dejes amargar, recurre a ellas; si lees la biblia, celébralo, que ella te ayuda --igual que la vida y tus experiencias personales--, a seguir adelante. La amargura destruye a las personas: cuidémonos enormemente. Cuando venga, ver cómo se sale al paso, pensar sobre ella y decirse a uno mismo: “Qué puedo hacer para vencer la amargura”. No sentarse en una piedra a llorar tristemente lo que nos pasa.

Recordemos algo que está muy en boga: hay que aprovechar las dificultades, las derrotas, para hacer de ellas un triunfo y una experiencia. ¡Tienes dos caminos: o te amargas o echas hacia adelante, a pesar de todo!