Opinión

EN POCAS PALABRAS

Fortalecimiento caribeño

Juan Guiliani CurySanto Domingo

Antigua y Barbuda y la República Dominicana dos islas ubicadas en el entorno de las riveras del mar Caribe han suscritos en los últimos tres meses seis acuerdo de cooperación en áreas de salud, consultas y diálogo político, comercio, inversiones, prevención de riesgos naturales, un anuncio de supresión de visas para pasaportes ordinarios y otros.

El último de estos acuerdos recién firmados ha sido del sector salud realizado el pasado miércoles en el MIREX entre el canciller dominicano Miguel Vargas y el ministro del Exterior antiguano Chet Greene.

La firma de estos convenios se enmarca en la estrategia de fortalecimiento hacia un mejoramiento de las relaciones insulares caribeñas y de girar hacia un acercamiento más estrecho con naciones del caribe oriental, francés y holandés por la administración Medina. Antigua y Barbudas, en uno de los Estados pertenecientes a la Comunidad del Caribe (CARICOM) con una población estimada en casi 100,000 habitantes, en donde el 15% son de origen dominicano.

Uno de los rasgos más importantes en estas relaciones bilaterales es la afinidad poblacional de sus antepasados. Muchos de los pobladores de Antigua y Barbuda de descendencia afroantillana han nacido en la República Dominicana.

Un caso narrado por el canciller antiguano Chet Greene en su reciente visita al país, es que su abuelo nació y murió en nuestro país. Lo mismo puede decirse de naciones de Este del Caribe como St. Kitts y Nevis, también ubicada al oriente de Puerto Rico donde permanecen rasgos de similitud de descendencia migratoria en gran parte de la población insular.

En otras islas del Caribe Oriental, cohabitan por igual profundos rasgos de raza hispano afroantillano y muchos de ellos con ascendencia dominicana.

Una nueva sede a nivel de embajada ha sido instalada en Saint John’s, capital de Antigua y Barbuda, designándose desde febrero a la señora Raquel Jacobo al frente de dicha legación diplomática.

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