UN MOMENTO
Príncipe y princesa
Todo niño que nace es un príncipe y toda niña que nace es princesa: por eso merecen todo nuestro aprecio y todo nuestro respeto.
No solamente son príncipes y princesas los que viven en los palacios, los que nacen en una cuna real. Todo ser humano tiene la dignidad de ser humano y es un príncipe; tiene importancia, y en la Iglesia los bautizados son considerados reyes, príncipes y princesas.
Qué bueno es recordar en esta fiesta de María Reina -ella que es reina, madre de Jesucristo, príncipe de la historia, rey de la historia-, que esto compete a todo ser humano, cada uno en su propia dimensión: María Reina, Jesucristo Rey, María Princesa...
Jesucristo, príncipe, invita a que todo ser humano se vea a sí mismo como un príncipe y una princesa ya desde la niñez.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.