El Salto de la Pulga No. 100

**Esta es la entrega número cien de esta columna, que comenzó como un experimento y ya se acredita como una de las más leídas en este diario.

**Hoy, más que sugerir, reclamo dejar de leerla, si en ella se manifestara alguna de las siguientes situaciones:

**Si mostrara partidarismo político y, desde aquí, lanzo recurrentes críticas destructivas violando el equilibrio.

**Si usara esta columna para una campaña de ataques, motivado por resentimientos personales. (Aquí todo se sabe).

**Si utilizo este espacio para pedir a personas o instituciones, apoyo a propuestas de negocios.

**Si convirtiera en algo sistemático el destacar los defectos de alguien, sin tener razones valederas.

**Si solicitara dádivas a alguna institución pública o privada, o a sus directivos.

**Si en vez de críticas pertinentes, expresara frases irrespetuosas y textos insolentes.

**Si usara vulgaridades, a menos que sean obligadas citas textuales expresadas por otros.

**Cuando deje caer la bandera de la vergüenza y, mostrando desencanto por no ver los frutos de una vida dedicada a contribuir con el adecentamiento de la cosa pública y privada, me una a la corrupción.

**Si alguna vez doy muestra de abandono al que llamo amigo, o le traiciono vilmente.

**Si pretendiera usar este espacio a mi favor, como sustituto de un tribunal de justicia.

**Si alguna de estas cosas ocurriere, no valdrá la pena que usted lea esta columna, porque la misma dejará de tener el poco o mucho valor y credibilidad que usted le ha dado con su lectura militante.

**Y quizás no sea necesario que deje de leerla porque, probablemente, antes de que ocurra algo de lo descrito ¡yo la habré abandonado!