Haití necesita ayuda (V)

Una vez concluida la 40ava Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) en Santa Lucía que integran 15 naciones, sus líderes se trasladaron a Haití con el objetivo de dialogar con las autoridades haitianas sobre la situación política que atraviesa uno de sus miembros activos. Haití es parte de Caricom desde julio 2002. El vecino país atraviesa por una aguda crisis política que ha provocado violentas manifestaciones con saldo de muertos y heridos, entre ellos el periodista radial Pétion Rospide. La oposición política al régimen de Jovenel Moise (2017-2022) ha reclamado la renuncia de éste de la primera magistratura como solución a los problemas de inestabilidad que ha generado una crisis en el suministro de alimentos y medicinas a la población. La crisis del país ha provocado una semiparalización de las actividades económicas y una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha negociado un programa de facilidad extendida por $299 millones de dólares por un período de tres años y cero tasa de interés. La economía necesita de inyección de recursos para paliar el déficit fiscal superior al 6% del Producto Interno Bruto. Las autoridades del FMI han sugerido eliminar el subsidio a los combustibles. La inflación ha escalado un nivel de dos dígitos estimada en 18%. Los expertos en la economía haitiana plantean que el ajuste en el precio de los combustibles mejoraría el flujo de recursos al fisco. La medida es considerada de impopular, aunque paradójicamente el subsidio a quién beneficia es a los ricos. Se sugiere tomar como modelo la fórmula de precio movible adoptado en la República Dominicana donde se estableció un impuesto a los derivados del petróleo ajustado semanalmente, según las condiciones del mercado petrolero. Uno de los elementos más agravantes del país es el elevado nivel de deforestación que cubre su territorio de 27750 km2.