Falló ‘mareo’ a la Iglesia

El pasado jueves 4 de julio la iglesia católica y las iglesias evangélicas, unidas, así como las asociaciones de padres, organizaron un acto de protesta multitudinaria frente al Minerd mediante la cual se demandó la revocación inmediata de la orden departamental 33-2019 que introduce la Ideología de Género en las escuelas públicas.

La protesta cívica en la que tuve el honor de participar fue un éxito rotundo. Bajo un candente sol miles de dominicanos y representantes de las iglesias asumieron la defensa de una embestida gubernamental que constituye una de las más graves amenazas contra la familia dominicana en toda su historia.

El presidente Medina, horas más tarde, maniobró y solicitó visitar a los obispos católicos, que se encontraban reunidos como lo hacen para estas fechas. El Presidente se hizo acompañar de los Ministros de Hacienda, de Obras Públicas y Administrativo de la Presidencia para supuestamente abordar el tema del turismo. La realidad es que fue una maniobra de marketing en la que el Presidente con sus Ministros posó para fotos y fílmicas con todos los obispos, tratando de dar la impresión de que éstos le daban un apoyo implícito al plan reeleccionista y que había logrado “marear”, como dice el pueblo popularmente, a la jerarquía eclesiástica con un supuesto diálogo sobre el tema de la norma cuestionada de ideología de género, con lo cual se pretendió quitar a la protesta cívica de horas antes, toda importancia y eficacia.

El plan de “marear” a la iglesia falló. Minutos después de salir el Presidente de la reunión con los obispos éstos emitieron un documento conjunto en el cual exigen al gobierno la derogación de la orden departamental 33-2019, como paso previo a iniciar cualquier tipo de diálogo sobre el tema. Con dicho comunicado la iglesia católica mostró firmeza y determinación en la defensa de millones de alumnos de las escuelas públicas a los cuales se le pretende “trazar las pautas para contribuir con el proceso de desconstrucción de los estereotipos de género que permean la sociedad dominicana en todos los niveles y estratos, y de lo cual no escapa el sistema educativo y sus diferentes actores.”

¿Qué va a hacer el Presidente con la orden departamental 33-2019? ¿Persistirá en mantenerla con el rechazo mayoritario del pueblo dominicano y de las iglesias católica y evangélica? ¿Mantendrá la terquedad que ha exhibido para imponer la legalización del aborto en las tres causales? ¿Le sumará el presidente Medina al aislamiento político y social que tiene su gobierno al terminar el actual período con el escándalo de Odebrecht y Punta Catalina, un pleito con las iglesias?

Estuve conversando con los líderes de las iglesias evangélicas del país presentes en la manifestación del 4 de julio, y en mi presencia le declararon a la prensa que esa protesta era sólo la primera de toda una movilización del pueblo cristiano que vendrá en las próximas semanas, si el presidente Medina y el gobierno no revocan la orden departamental 33-2019. Palacio no pudo “marear” a la iglesia.

¡Viva Dios! ¡Viva RD!