Callaron tirios y troyanos

Hubo compañeros que fueron el domingo a los actos del 110 aniversario del nacimiento de Juan Bosch y salieron pronunciados por el molote de las inscripciones.

Esos que no son los de entonces, sino los de siempre, consideraron falta de respeto que la solemnidad del día fuera afectada por algo tan pedestre.

En el PLD de estos tiempos debe tenerse a manos una manguera, pues hay militantes difíciles de bañar. Y no es cosa del calor, sino que son así por temperamento.

A Bosch se le saca comida aparte, aun cuando se sabe que no comerá, y el domingo se le rindieron los honores de lugar. Incluso se le usó como instrumento de división.

Leonel Fernández en La Vega, por ejemplo.

La verdad sin embargo es que los criterios formales, las nociones de principio, los conceptos ideológicos, la política de encierro y exclusión, son cosas del pasado.

Ahora hay espacio para la farándula y la mantra no es tanto servir al partido para servir al pueblo, sino que el espectáculo debe continuar.

Las inscripciones a primarias (a confesión de parte, relevo de pruebas) fueron una fiesta, y la coincidencia con la celebración del natalicio del líder ad vitan no fue culpa de los llamados, sino de la Comisión Nacional Electoral.

De ahora al 22 de agosto, cuando deberán registrarse oficialmente los precandidatos, hay fines de semana que sobran.

¿A qué pues la prisa o la distracción, pues la ambición no tiene sonrojo ni pudor, y entre la muerte que es historia y la vida que sigue, prefiere la vida?

Las inscripciones pudieron hacerse otro día y dejar todo el pasado fin de semana para Bosch. La CNE pensó en su feria primero, y conocía por anticipado el ánimo de los compañeros.

Todo un prodigio de efervescencia. En un partido de tirios y troyanos, en que Fernández anda con una pala y Danilo Medina con un pico, no se confunde hoyo con tumba. Los puestos medios o menores también levantan fervor, y claro desde ahora que octubre será competido, pues con estadio lleno no se pierde en taquilla.