Detrás del trono

Contra todo pronóstico o temor de una división en el PLD - que ha sido la apuesta fallida en la que la oposición más de una vez ha cifrado su posibilidad de llegar al poder-, hay la idea bien acentuada de que las dos figuras que comparten el liderazgo del partido morado finalmente entrarán en una negociación y llegarán a un entendimiento que beneficie a las partes. El momento y los términos de ese acuerdo de alta política entre Leonel Fernández y Danilo Medina que hemos anticipado, y en el que insistimos, es lo que todavía resulta una incógnita. En lo que llega la hora cumbre para la definición de la candidatura presidencial, los dos sectores que pugnan por el bastón de mando del país se tiran a la calle al medio para exhibir sus músculos y dar señales de fuerza.

De ahí el que Leonel, con la briza a favor, se dispusiera a crear una plataforma electoral con más dos millones de firmas que respaldan su retorno y un grupo de partidos “apalabrados” como soporte adicional. Mientras Danilo, obligado a ganar tiempo y a no dar muestras de debilidad, no ofrece la definición política prometida para marzo recién pasado, pero tampoco se cruza de brazos. Basado en que tiene impedido repostularse, pero no promover su obra de gobierno , ha dejado libre a su gente para que se “ movilice ” en las provincias, con el único fin de mostrar fuerza y sacar mejor tajada en una negociación.

Y en esos afanes, se puede pedir cualquier cosa, porque aunque no sea legal, sirve como elemento de presión (?). Retrasando su definición y un inevitable acuerdo con Leonel - la clave para evitar la división y pérdida del poder - Danilo expande el control en áreas importantes y tiene oportunidad de colocar a sus cuadros en posiciones electivas, a nivel de Congreso y de ayuntamientos. A Leonel , por el contrario, le beneficiaria un acuerdo temprano, a fin proteger a legisladores afectos, bien posicionados en las encuestas y que - salvo algunas travesuras en su contra- ganarían de nuevo en sus demarcaciones.

Con Leonel, Danilo tuvo la oportunidad de ser el poder detrás del trono y que supo aprovechar tan bien , que luego le permitió pasar a ser el rey. Terminada su gestión, y con un Leonel de nuevo en el Ejecutivo, la historia podría repetirse .Esto es , Danilo en otra onda siendo poder detrás del trono. Ya no por delegación o porque le dejaran hacer, como fue en el pasado, sino por la incidencia o los espacios ganados en otros poderes del Estado. En ese punto de mira , Leonel deberá contar con él para ganar en 20 ,y para gobernar a partir de ahí.Avance:500 personas en la capital y 300 en Santiago promueven otro frente con siete partidos. Ya veremos.