Una dictadura ruin y mentirosa

Jorge Rodríguez, ministro de Información y Comunicación del régimen de Maduro, acusó a la República Dominicana de formar parte de una trama para transferir setecientos millones de dólares a representantes del presidente interino Juan Guaidó a cambio de las acciones de Petróleos de Venezuela en la Refinería Dominicana, y entregar otros 240 millones por una supuesta deuda con la petrolera venezolana.

Esta operación, según Rodríguez, se haría a través de un individuo de nombre Juan Planchart, quien se encuentra bajo arresto en Venezuela.

Una falacia que no tardó en responder Félix Jiménez, presidente de Refidomsa, quien aseguró que esa empresa no debe un centavo a Venezuela y que no recibe ningún producto venezolano desde marzo del año 2017, y desmontó la exageración sobre el valor de las acciones de PDVSA en Refinería, que no alcanza ni doscientos millones de dólares.

El Gobierno explicó que si mantienen deudas con Venezuela se manejan desde el Ministerio de Hacienda.

Y que si hay pagos pendientes se debe a las sanciones impuestas sobre ese país, que incluso han impedido transferir 18 millones de dólares correspondientes a las utilidades del año fiscal 2017.

Unas sanciones que están afectando el normal desenvolvimiento de Refidomsa, que sumado a la incapacidad de la parte venezolana para hacer las inversiones a las que se comprometió cuando se forjó la sociedad, han provocado que el Gobierno dominicano propusiera adquirir la participación de PDVSA en la empresa para salir de un socio incumplidor y problemático.

Jamaica, por ejemplo, padece inconvenientes parecidos.

La estatal Petrojam ---también asociada a PDVSA--- está presentando dificultades para operar y no han podido transferir las utilidades generadas en los últimos períodos. Por lo que las autoridades de ese país también han manifestado su intención de romper la sociedad comprando las acciones de PDVSA en su refinería...

Y la India, que en un momento se presentó como la panacea y destino de los quinientos mil barriles diarios que Venezuela dejó de despachar a Estados Unidos, está echando hacia atrás ante las amenazas que suponen esas sanciones para su sistema financiero y sus empresas energéticas.

Porque las sanciones impuestas desde enero por Estados Unidos y la Unión Europea contra la petrolera venezolana y el régimen chavista son muy duras, y hacen prácticamente imposible realizar cualquier tipo de transacción bancaria y financiera con ese país...

Algo que saben perfectamente Rodríguez y los demás esbirros de ese régimen.

Que tratan de justificar su incompetencia y arbitrariedades difamando a la República Dominicana, un país que ha realizado esfuerzos palpables en procura de la paz y el bienestar del pueblo venezolano, y que aún aboga por una salida pactada a su crisis.

Y es que se trata de un régimen tan criminal y ladrón como ruin y mentiroso...

Por lo que sólo queda esperar que tras esta enésima agresión, el Gobierno dominicano entiendan la naturaleza ladina de esta pandilla que usurpa el poder en Venezuela, y corte de una vez y por todas cualquier tipo de consideración y relación con esa dictadura que desfalca las riquezas de un pueblo digno de mejor suerte.