Alcances de la diplomacia urbana

En la actualidad , en el con texto de los vínculos entre Estados, la diplomacia se ha convertido en una “acción mancomunada” de diferentes formas de ejecución y subtipos” de la propia diplomacia, integradas en un tronco común, que debe tener en cuenta en su ejecución, el principio de unidad de acción exterior del Estado.

En ese marco es imprescindible tener presente que, hoy en el “ordenamiento jurídico internacional”, la responsabilidad internacional sigue correspondiendo principalmente al Estado, sujeto “por excelencia” de este ordenamiento.

En la dinámica de la política internacional, la multiplicidad de nuevos actores y de diversos foros de negociación simultáneos, ha introducido transformaciones profundas “en la orientación, diseño e instrumentación” de las relaciones internacionales.

Los referidos nuevos actores han aumentado su participación en espacios regionales y globales que eran exclusivos de los estados y de los organismos internacionales. Es así como se genera y desarrolla, entre otros procesos, el que corresponde a la paradiplomacia, de la cual forma parte la denominada diplomacia urbana (municipal o de ciudades).

Actualmente, la diplomacia urbana consiste básicamente en las acciones (e interacciones) exteriores de gobiernos locales, por lo general de carácter municipal, que tienen lugar con sus homólogos en el exterior, o bien con gobiernos centrales y con organismos internacionales, en función de intereses públicos. También pudiera darse con entidades públicas o privadas extranjeras, con el propósito de promover diversos aspectos socioeconómicos o culturales, así como cualquier otra dimensión exterior “de sus propias competencias constitucionales”.

Para garantizar la efectividad de las acciones vinculadas a la diplomacia urbana, las alcaldías deben contar con un “eficiente departamento internacional” en su estructura interna. Asimismo, mediante acuerdos interinstitucionales deben establecer el correspondiente respaldo y la debida coordinación con el respectivo Ministerio de Relaciones Exteriores, en los proyectos e incentivos de carácter internacional, y para recibir (en los centros académicos de estos) los entrenamientos que demanda el ejercicio de la diplomacia urbana.

A su vez, las Cancillerías suelen crear una unidad para los asuntos concernientes a la diplomacia urbana, que facilite, entre otros esenciales aspectos, la vinculación de las alcaldías con la red de embajadas, misiones permanentes y consulados de la nación.

Los objetivos de la diplomacia urbana, básicamente, son: el comercio exterior, atraer la inversión extranjera y la cooperación (para el desarrollo descentralizado).

Ta m b i é n p r o m o v e r l a transferencia tecnológica, el turismo local, intercambios culturales y deportivos. Asimismo, la protección del Medio Ambiente, “participación en conferencias e instancias internacionales”. Igualmente, conocer experiencias en otras ciudades, y tratar temas de importancia regional y temas políticos “de segundo nivel”, dado que la política exterior se considera un “coto privado” del gobierno central.