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ORLANDO DICE

Entre marzo y octubre

UNO- INTRIGA SABER DEL 2018.- Al acostarse las palomas del 2018 hay que pensar en el palo del 2019, considerando que políticamente será un año interesante. Aunque de entrada intriga saber qué será más determinante, si marzo u octubre. Si lo que dirá Danilo Medina respecto a la reelección o si pasará Leonel Fernández en las primarias del PLD. De seguro que serán muchos los eventos de diciembre a marzo, un mes que se espera tenga idus y que estos sean peligrosos no solo para la vida del César, sino para el confort de la democracia y la salud de la República. El suspenso es un elemento incluido, y todavía más que se manipula desde el poder y también desde la oposición. Este trance lo provocó el presidente Medina al no responder a Jatna Tavares y guardarse la respuesta como cosa propia. Una picardía de misterio muy de la política y que seduce al dominicano, pues cambia el orden de las cosas. El jefe del Estado se aplicó a sí mismo el dicho corriente de “quien tiene boca no manda a soplar”. Había dicho a través de terceros que no se presentaría, en las actuales condiciones no puede, pero por alguna razón extraña descalificó al mensajero y devolvió la pelota a la cancha...

DOS- LA SOLEDAD EN MEDIO DEL RÍO.- La reelección es marrullera, y como lleva tantos años en sus afanes, se las sabe todas y una más. Incluso se apropia de ideas e imágenes ajenas. Lo de no cambiar de caballo en medio del río, Abraham Lincoln lo tomó de la historia de un viejo granjero holandés. La frase fue pronunciada en 1864, Lincoln murió en 1865, y desde entonces sirve - en el idioma de circunstancia - a los fines de un gobernante de turno quedarse en el poder. El zorro Joaquín Balaguer la usó a complacencia y ahora se intenta con Danilo Medina. La verdad sería otra. Si la reelección no puede cambiar de montura en medio de la corriente, lo que tiene que hacer es no meterse al agua en los pasos rápidos, o simplemente no usar caballo. Lo mismo sucede con la soledad del poder. Una expresión menos de campo, más de siquiatría, de sicología, y que refiere un fenómeno comprobado. El abandono virtual o manifiesto al gobernante que pone o tiene límites a su mandato. La lealtad no es una virtud que abunda, y se diría que no tanto traición como derecho a la supervivencia. La nota se exagera, pues el núcleo cercano o personal nunca se repliega y esa debilidad es de amigos que se ganan en el gobierno, que son ocasionales, y que aprovechan cualquier recodo del camino para quedarse atrás o guarecerse...

TRES- INSISTEN QUE EN ENERO.- Lo de Leonel Fernández empieza a preocupar a los seguidores de Danilo Medina, que lo ven como el guapo del solar, desafiando y en burla permanente, sin que el grupo le salga al frente. Hace una o dos semanas hubo una reunión a espaldas del Señor de la Casa, un intercambio sobrio, y lo poco que se supo fue que en enero arrancan. ¿Qué arrancaría en enero, la reelección o las trampas u obstáculos al profesor que, contrario a lo que alardea con firmas, tiene más aula que alumnos? La noción común es que ambos líderes están enfrentados, que Fernández hará lo que sea para estropear la reelección y que Medina no dejará que su compañero y oponente logre el propósito de un cuarto mandato. La clave de todo, sin embargo, seguiría siendo el presidente, pues si este no define ni ordena, sus parciales no podrán ni amagar. Fernández se la estaría luciendo en un monologo, y se supone que este no sería el mejor modelo de teatro, pues la democracia se realiza con réplica. Aun cuando llena localidades, estaría como Rimbaud hablando a un auditorio de sillas vacías, no ya al futuro, sino recreando un pasado que se pierde en las aceras. Fernández ni lo supone, pero cada vez que produce un gazapo y toca con el pétalo de una rosa la actual administración, el chisme no se queda en el tintero. La cuerda no solo en pelota...

CUATRO- SOLO Y EN LENTA CALMA.- Lo preocupante de la situación es que los peledeístas se libran a su suerte de las muchas maneras que son capaces y la circunstancia les permite, sin que las demás fuerzas políticas ocupen un mínimo del escenario. Contrario a lo que se piensa, ese discurrir tranquilo fastidia antes que aprovecha. La política no es farándula, pero en política nadie se impone sin hacer ruido, y ninguna agrupación crece o se deja sentir si la dialéctica no se expresa. La competencia en el PLD a veces desborda, pero se mantiene en el centro de la atención. Sea con Danilo Medina, sea con Leonel Fernández, sea con los aspirantes emergentes. Del PLD se habla en bien o en mal, pero se habla, como de las vedettes de cabaret. Los demás partidos se controlan en demasía, no se salen del guion, y sin improvisación toda actuación luce aburrida. Dos árbitros de la vida nacional, es mejor que uno, pero cuando los dos pertenecen a la misma escuela, es como si fueran uno. El gobierno necesita oposición, porque gobierno y oposición son ladrillos de un mismo edificio. El edificio de la democracia. Pero igual un partido fuerte precisa de compensación. El sistema se fortalece y fluye cuando existe equilibrio. Aunque sea precario...

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