EL DEDO EN EL GATILLO

El Listín Diario de 1992

Todas las tardes, al finalizar mis labores en la Editorial Argumentos, Cuqui Córdoba me incluía en sus recorridos por la ciudad en busca de patrocinadores para sus programas de radio y televisión.

El doctor Collado y el empresario Julio Brache, entre otros, me estrecharon la mano en aquellas andanzas que don Cuqui aprovechaba, además, para ofertar (sin yo advertirlo) mis servicios profesionales en las empresas que ellos dirigían. Mi amigo sabía que mis finanzas no eran muy solventes y, desde su posición, hacía todo lo posible por colaborar conmigo y, por supuesto, con mi familia cubana.

En uno de esos viajes me llevó a la sede del Listín Diario. Corría diciembre de 1992 y don Moisés, el primer Pellerano que conocí en mi vida, nos recibió con los brazos abiertos.

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