La oposición en un balance amargo
El siete veces primer ministro italiano Giulio Andreotti, en una de sus expresiones más comentadas, dijo: “Es cierto que el poder desgasta, pero los bancos de la oposición te dejan en hilacha”. Por tanto, jugar al desgate del partido en el poder o, en el peor de los casos, a su división para alcanzar la jefatura del Estado, es tremendo riesgo para seguir en el “abajismo del harapo”. Este parece ser el cuadro de desconcierto en que quedará sumida la atomizada oposición al peledeismo gobernante. Algunas plataformas electorales que no garantizan unidad ni siquiera en una potencial segunda vuelta si se provocare una división del PLD, posible, gracias a las garras del deformado centralismo democrático, garantizaría la victoria de la Oposición pues hasta un tercer polo electoral podría reducirla a la dispersión de su fuerza y volcarse en el verdadero retador que se centraría en el real contrapoder, Leonel Fernández, si mantiene la firmísima decisión de: “¡no hay marcha atrás!”. “Varias personalidades con ínfulas de líderes sociales ubicados en el más amplio espectro ideológico (Verdes, Falpo, Fenatrano, parte del indigenismo izquierdista, “independientes”, entre otros) que cabe definírsele como el “abajismo rabioso”; muchos de ellos consumidores de añejados quesos y vinos, y que han vivido los últimos años rumiando los fracasos ante los éxitos del PLD, pretenden crear un núcleo de concienciación obcecados con la ensoñación de echar del poder a los peledeistas y aliados. Para ello quieren unificar un bloque opositor fuerte, capaz de estremecer la estructura de poder construida por la organización gobernante ofreciendo un “cambio”, sin embargo, no hay capacidad ni para diferenciarse, pues actúan apegados a los intereses grupales y el único cambio que garantizan es un cambio de caras, y no profundo, de énfasis, por lo que sería más de lo mismo o, peor. Sin un discurso opositor que busque consolidar una sociedad de oportunidades, de meritocracia. No, solo una camada inexperta con ambiciones de poder económico y político, y aliados o adheridos con interés y objetivos vengativos. Incluso, han creído en la siembra de señuelos para confundir al votante haciéndose representar con rostros jóvenes en la dirección del partido madriguera, y en realidad en este colectivo de “ciberpolíticos solo sirven como teloneros o verdaderas “mascotas” políticas de los jefes tribales. No han podido liderar la movilización popular contra el Gobierno. Por el contrario, han sido utilizados para desconstitucionalizar la Ley de Partidos Políticos donde aparecieron como remedio casi mágico para resolverle el problema al Presidente. Incluso, como si estuvieran unidos por un ritual vasallático de “ordene y mande” se empieza a dudar de su fe opositora de sus legisladores que se “sumarían” a la reforma constitucional que requiere mayoría en el Congreso. ¿Qué han ganado?: solo el fracaso por abordar el papel opositor con ese enfoque. Mientras tanto, el peledeismo demuestra que goza de mejor estructura de dirigencia política. “Ideológicamente” han instalado un modelo de gobierno que en comparación internacional está bastante más al centro derecho liberal con rostro humano (Solidaridad, Tanda Extendida, becas, Visitas Sorpresas, Fideicomiso, Titulación de Inmuebles, Construcción y reconstrucción de escuelas y hospitales), ¿y la Oposición, es centro izquierda nacionalista?: ni uno ni lo otro sino todo lo contrario. Entonces, el PLD, en total contraste, “todos los caminos le conducen a Roma”, con un buen desempeño y tan unido al árbol estatal que está siempre temeroso de verse desplazado, y sobre todo, con la evolución favorable de la Economía que es una garantía de triunfo, sería difícil derrotarle.