Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

ORLANDO DICE

Algo está fallando

UNO: LAS MANOS DEL PANDERO.- Si los intereses de la reelección descansan en las manos del diputado Elpidio Báez, algo está fallando. Cuando sus compañeros del PLD hacen historia, su historia, solo recuerdan la vez que le cambió el rumbo a un ciclón y la isla se salvó de milagro. No se le conocen habilidades de amarre, nadie lo ha visto reunido con colegas de otros partidos y cuando la miel es mucha hasta las abejas hacen fila. Sin embargo, Báez habla del tema y se oye el coro ocasional de otros legisladores, pero todas voces sueltas y nada organizado ni orgánico. ¿Cuál es el propósito de decir lo que se dice y no hacer lo que se supone? La cuestión es muy simple. Si la reelección tiene votos suficientes ¿por qué no se convoca Asamblea Revisora, se reforma la Constitución y se habilita al presidente Danilo Medina? Como se está manejando el asunto, habría que temer más al pastor que al lobo. Y fácil. El pastor estaría dando alerta, creando alarma, sin tener ovejas que cuidar y el lobo tan lejano como un bosque de la China. No hay dudas de que la reelección tiene muchas estrategias y se vale de diversos medios, pero el juego de Báez (distracción un día, provocación al siguiente) es torpe. Otro ciclón sin destino…

DOS: LAS LLAGAS DEL CRISTO.- Los votos de la reelección que el diputado Elpidio Báez asegura, se parecen a las firmas de Leonel Fernández en el 2012. La gente ya no recuerda ese espectáculo singular de cajas montadas en carretillas que fueron paseadas ante un auditorio expectante. A pesar de que las firmas eran muchas (creo que dos millones) no se mostró una sola. Nunca volvió a hablarse del caso hasta ahora que las firmas aparecen de nuevo, aunque se aclara que más bien formularios. Aquella experiencia, incluso, podría afectar el actual propósito. Entonces se recogieron en silencio, ahora toda una hazaña de esfuerzo concentrado. ¿Por qué Báez no presenta en persona o de nombre los diputados comprometidos con la causa reeleccionista, pues si acordaron, acordaron, y si se juegan el albur de su militancia, da lo mismo que lo expulsen ahora que después? La reelección, sin embargo, necesita un poco de fe, y esa fe se la daría el endoso público de gente de la oposición. Lo que dicen los voceros del PRM –oficiosos y oficiales– es que los números no dan. Y habría que creerles más a los congresistas de Moderno que a los facciosos del PLD, puesto que importa más la adhesión contraria que la propia…

TRES: SE DAN LA MANO.- Lo que sí está claro es que los oficialistas quieren mantener el tema sobre el tapete, a flote, que no se ahogue. Que se vea la cabeza del tempano que asoma, aun cuando oculte bajo agua la mayor parte del hielo. Que el Titanic no choque y se hunda. De ahí cuando se enfría, lo calientan de nuevo, y lo más interesante: si no encuentra socios, sí cómplices. Hay sectores dispuestos a dar una mano, aunque sea asumiendo una posición contraria. La denuncia ayuda tanto a la reelección como la promoción. Elpidio Báez dice y repite lo mismo que hace una o dos semanas Roberto Rosario. El expresidente de la Junta Central Electoral debutó como soldado de la causa de Leonel Fernández lanzando granadas de mano. Dijo que la reelección tenía tantos votos que sobraban. ¿A qué venía el dramatismo si se supone que los leonelistas deberían contarse entre las víctimas del despropósito? Rosario entonó con solo llegar la poesía coreada. Los leonelistas cantan de día y lloran de noche. ¿De dónde sacó Rosario el dato si no es allegado a las cámaras y distante –se supone– de Báez? Se comenta que de una reunión con Fernández previa al acto público de jura, apoyo e integración. La réplica no se dejó esperar. Lo menos que dijeron fue que quería sonar, y en verdad lo logró…

CUATRO: ENTRE COMENSAL Y SIRVIENTE.- Nadie puede pensar que estas cosas suceden sin que el beneficiario mayor mueva la cuna. En política cada cual juega su partida, y la estrategia si es buena, se desdobla en planes. El A, el B, el C, y así según sea necesario. No todo es recurso de poder, o logística de dinero, también cuentan las habilidades políticas. Llevo citado más de una vez que la reelección es una hidra de siete cabezas, y como las células del cáncer, cada una que muere, despierta otras. Así es la de nunca acabar. Si todo discurre como fue previsto, más de una posibilidad, y si se cerrara la puerta para siempre, Medina no conocerá la soledad en el poder y podría conservar poder cuando esté fuera del Palacio Nacional. ¿Acaso no dicen que su maestro es Joaquín Balaguer? Desde la Casa Presidencial se gobierna si las lealtades aprenden el misterio de las conveniencias. Desde el Palacio del Congreso se gobierna si la correspondiente cuota legislativa es suficiente para constituirse en roca que obstruya el camino. Solo hay que considerar el hecho que ahora se comenta como prodigio político, y lo es. Los senadores o legisladores en sentido general que hacen crossover político y cambian de adhesión finalizando un período. Siempre será mejor sentarse a la mesa que ser sirviente…

Tags relacionados