Seguridad alimentaria y nutricional
Durante esta semana se reúne el Comité Mundial sobre Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en conmemoración al Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada 16 de octubre a nivel mundial.
El encuentro que reúne a agencias internacionales, gobiernos y miembros de la sociedad civil, sirve de escenario para conocer el informe sobre el estado de la alimentación y la agricultura en el mundo, una radiografía que desnuda la realidad económica y social de la seguridad alimentaria y nutricional a nivel mundial.
En esta edición, se ha prestado especial atención al impacto de las migraciones, un tema que preocupa a la comunidad internacional por su complejidad. La inmensa cantidad de personas que migran de las zonas rurales hacia la ciudad, en búsqueda de oportunidades y una mejor calidad de vida, tiene un impacto negativo en el desarrollo rural y en la agricultura, lo que a la postre pone en juego la seguridad alimentaria y nutricional.
En los países en desarrollo, la migración del campo a la ciudad alcanza el 50% de los movimientos humanos hacia lo interno de los países, lo que indica un abandono de las zonas rurales. Es por ello que hay que trabajar con urgencia en la implementación de políticas públicas coherentes, que apuesten a un balance entre migración, desarrollo de las zonas rurales y promoción de la agricultura sostenible.
En ese tenor, la oportuna presentación del Plan Nacional para la Soberanía y la Seguridad Alimentaria y Nutricional de la República Dominicana coloca al país en una posición idónea para construir esas políticas coherentes que se requieren para asegurar la disponibilidad de alimentos y la nutrición adecuada de la población.
Al Plan se une el gran esfuerzo que realizamos desde la Vicepresidencia, en la construcción de la hoja de ruta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2, que busca que en los países haya hambre cero para el 2030. Se trata de un documento estratégico del cual forman parte todas las instituciones de la sociedad civil, los organismos internacionales y las instituciones gubernamentales vinculadas al tema.
Un aporte a resaltar es la inclusión de la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA), un manual con características científicas que mide la seguridad alimentaria en los hogares, el cual hemos implementado desde el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), para que sirva de base científica a los esfuerzos que se implementarán con la ejecución del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional y la Hoja de Ruta del ODS 2.
Tal y como lo afirma el lema que ha adoptado el Comité Mundial de Seguridad Alimentaria para este año
Durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación se determinó que
La República Dominicana ya ha sido reconocida por la FAO, por cumplir anticipadamente la meta de disminución del hambre y la malnutrición a la mitad, en gran medida gracias a proyectos como “Comer es Primero”. Ahora el gran reto es la resiliencia ante los embates del cambio climático, por un lado, para lo cual ya disponemos del Protocolo Nacional de Actuación para la Protección Social frente a Choques Climáticos, desarrollado con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; y por el otro lado, para los efectos de la migración en la seguridad alimentaria, disponemos del Plan Nacional y la hoja de ruta del ODS 2.