Opinión

Jarabacoa salta al futuro

Luis Henry MolinaSanto Domingo

Cuando Cris Corcino empezó a visitar los sábados la escuela Santo Domingo Savio, probablemente no sabía que tres años después sería un proyecto de impacto en la formación de jóvenes locales. Se comprometió a construir dos laboratorios con la exigencia de que la escuela le permitiera controlar el currículum de las clases impartidas. Y emprendió con la apuesta de formación y desarrollo de talentos. El proyecto “Programación como segundo idioma” busca dar herramientas para que los estudiantes puedan salir de la escuela con los conocimientos tecnológicos requeridos por el mercado.

Es decir, que en la comunidad de Jarabacoa existe una fuente de oportunidades de desarrollo profesional de las tecnologías. La programación es considerada en la escuela como una materia básica al mismo nivel de matemáticas o español. Y esto es un hecho de impacto para la economía local, si tomamos en cuenta que un programador con tres años de formación gana dos millones de pesos al año. Con cinco años, 3.7 millones. Y más de cinco aumenta considerablemente. Los estudiantes salen con la capacidad efectiva de responder a las necesidades de la era digital en el mercado laboral.

Cincinnatus, la empresa que dirige Corcino junto a su esposa Dalisa, cubre los costos operativos del programa, que incluye computadoras, robots, impresoras 3D, salarios para facilitadores y los entrenamientos. El programa cuenta con expertos en contenidos para orientación remota. La curación de los contenidos, es otro aporte para una formación personalizada y adaptada a los estudiantes. De modo que sea relevante para las necesidades del mercado actual de las tecnologías. Además cuentan con el programa Mi Primer Empleo en Tech, que les coloca en posición de poder desarrollar los conocimientos adquiridos.

Uno de los egresados del Instituto ahora pasó de ser empacador en un supermercado a ser un desarrollador senior. Ganando una compensación de 10 veces el salario mínimo con la cual puede costear la matrícula universitaria de la PUCMM para su hermana. Este mismo joven en este año irá a los EEUU a entrenarse en liderazgo y agile.

Cuando entré a la política lo hice desde el compromiso con unos valores muy arraigados en mi fe. Creía y creo en la necesidad de dejar este mundo mejor que cuando lo encontramos. Creía y creo que en nosotros está la capacidad de ayudar a las personas con menos posibilidades para alcanzar un mayor bienestar material. Creía y creo que esa ayuda es más que asistencia, es empujar por mejoras estructurales que den paso a mejores dinámicas en el sistema. Es lo que intentamos lograr con República Digital, el mayor proyecto que se ha hecho en este país por dar un salto tecnológico al futuro. El cierre de la brecha digital es una garantía de inclusión económica y social. Y eso es lo que pudimos ver en Jarabacoa.

La capacidad y el valor de integrar disciplinas con la innovación, las estrategias digitales para legar una nueva generación de profesores, estudiantes y profesionales merece ser observado. Se trata de un posible modelo para ser replicado en otros lugares del país. En Jarabacoa hay egresados listos para enfrentar los retos económicos y sociales de la cuarta revolución industrial. El futuro debe llegar a todos y todas. Ese es el sentido de enfrentar la brecha digital. Construir espacios para aprovechar las oportunidades que la tecnología permite, que son infinitas, es la apuesta más certera para mejorar la vida de la gente.

El autor es presidente del Consejo de INDOTEL

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