FUERA DE CÁMARA
Leonel, Danilo, Gonzalo
Como Presidente de la República, Danilo Medina no tiene un aliado más consecuente y leal que Leonel Fernández ni fuera ni dentro del Partido de la Liberación Dominicana… Que no una caja de resonancia --que Danilo no necesita--, pero tampoco un contradictor de cualquier iniciativa oficial.
Leonel está en su lugar, como Danilo en el suyo… Uno, Leonel, dirige el partido; otro, Danilo, dirige el gobierno.
Le corresponde al Presidente resolver los problemas, prodigar los favores, distribuir los “sobrecitos”, convertirse en paño de lágrimas de los más pobres.
A Leonel le corresponde liderar una organización que ya le queda grande a su propia estructura, con mucha gente descontenta primero porque está fuera del gobierno --los gobiernos siempre resultan chiquitos para tanta gente--, y después porque 20 años más tarde se pierden las esperanzas.
El caso del PLD se agrava porque su longevidad en el poder le ha acarreado adhesiones electorales que también es preciso retribuir con posiciones en el gobierno.
Y cada posición a un partido aliado, es una resta al partido nodriza que, por demás, reclamará siempre el déficit de atención que necesariamente siente desde el Palacio. Leonel no puede atenuar todo el descontento peledeísta con el gobierno. A lo sumo, puede hacer lo único que está haciendo: servir como muro de contención para tratar de evitar que los ánimos se desborden y produzcan un auténtico cisma en la dirigencia media y baja de su partido. Esa es, además, tarea que le corresponde como presidente del PLD.
Danilo, en sus afanes oficiales, no tiene espacio para todas las pequeñas cosas del partido que deberían ser tratadas por una instancia intermedia entre él y Leonel: la Secretaría General que encabeza Reinaldo Pered. Pero parece obvio que en sus atareos como presidente del Senado, Reinaldo también carece de tiempo y espacio para las menudencias del partido…
… Existe un acercamiento De esa forma, cada quien en lo suyo y cobrando a destajo por sus compromisos con el partido, ha ido caminando el PLD en las últimas dos décadas que terminará cumpliendo en el poder cuando alcancemos el 2020. El liderazgo fundamental, entonces, se ha dividido entre gobiernistas y no gobiernistas, un eufemismo que no encuadra dentro de una organización donde todos sus dirigentes de algún modo se benefician del poder.
Claro, no es lo mismo ser ministro que suplidor de una cartera del Estado, aunque hay casos en que el suplidor se beneficia económicamente mucho más que el titular de la cartera a la que suple mercancía o material gastable.
El tema es que el PLD sigue manejándose como una logia donde hasta el secreto más sagrado de la iniciación es encriptado para el futuro próximo. Mientras tanto, el mejor negocio que tienen en este momento los peledeístas ociosos de todos los laterales es el chisme, la intriga, el ‘correveidile’ tan común en el partidismo dominicano y que casi siempre llega a permear la cúpula del poder aún en el caso de que el partido gobernante proyecte una imagen de división, como ocurre en la actualidad… Pero la realidad en este caso es que hacía mucho tiempo que la relación entre Leonel y Danilo no estaba tan distendida como ahora… ¿Cuál es la razón? ¡Veremos a continuación!
… Rehúsa la reelección Danilo lo está diciendo ya con su mayor firmeza a contrapelo de mucha gente de su entorno: definitivamente no va a optar por un tercer período continuado en el poder. Y en los oídos del leonelismo eso suena como música clásica después del almuerzo.
Si algo puede esa noticia desalentar un poco el leonelismo es que el mensaje siempre llega acompañado de una advertencia: ¡Leonel no es invencible! ¡Otro compañero puede ser el candidato! Lo que he sabido es que la línea que lleva el danilismo es echar el pleito con Gonzalo Castillo, el leal y dinámico ministro de Obras Públicas…