Un nuevo tipo de relación
De acuerdo a cifras de la Organización de las Naciones Unidas, cada 10 minutos una mujer es asesinada en el mundo, una cifra altamente preocupante, no solo por la atroz realidad que revela, sino también porque en la actualidad, a pesar de que las tasas de homicidios a nivel mundial van descendiendo, los feminicidios han aumentado.
Apenas hace unos días, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ONU Mujeres), han revelado que nuestro país superará este año la tasa de feminicidios promedio de la región. En el informe presentado por ambos organismos, se hace énfasis en la importancia de trabajar con los hombres para “cambiar la percepción de las masculinidades; llevar las discusiones a las escuelas y lugares de trabajo, y tratar de que los hombres, especialmente los jóvenes, sean socios en la lucha para acabar con la violencia contra las mujeres”.
De lo que se trata, evidentemente, es de generar un nuevo tipo de relación entre hombre y mujer, que responda a la realidad de empoderamiento y cambio de expectativas que hemos experimentado las mujeres, que hoy en día somos más conscientes de nuestros derechos.
Miguel Lorente Acosta, uno de los expertos que trabajó con la Organización de las Naciones Unidas para elaborar el Protocolo Latinoamericano de Investigación de muertes violentas de mujeres por razones de género, plantea que “los hombres no saben cómo relacionarse con estas nuevas mujeres”.
Este experto español plantea serias preocupaciones ante el advenimiento de un “pos-machismo”, que hoy enfrenta a ambos géneros al considerar que “lo que está en juego no son los tiempos ni los espacios, sino las identidades”. Es decir, el hombre está hoy procesando la idea de que no siempre lo masculino será la referencia y que, por ende, hay que hacerse de la idea de que las mujeres estamos transformando y cambiando la sociedad con y sin los hombres.
¿Qué está causando este choque de géneros? Como lo plantea Lorente, los feminicidios parten de “un hombre que cree que su posición es referente y aquella persona que no se ajuste a su idea de identidad... puede ser corregida y castigada hasta el punto de feminicidio”.
En ese contexto, la respuesta que ha dado la región al fenómeno ha sido insuficiente. Ningún país en el mundo puede reportar progresos considerables en la lucha en contra de la violencia de género.
El Estado tiene la responsabilidad de actuar con mayor contundencia ante todas las formas de violencia contra la mujer. Pero esto solo aplica cuando ya hay un hecho, cuando ya una mujer ha sido maltratada. También debemos ser contundentes en nuestras acciones para que las relaciones entre hombres y mujeres cambien y se planteen desde un punto de vista de igualdad y respeto.
Debe ser un nuevo tipo de relación, donde la mujer no sea vista como un objeto y que, por ese pensamiento objetivista, se considere que “si eres mía, puedo hacer lo que yo quiera contigo” o que “si no eres mía, no se serás de nadie”.
Tenemos que promover nuevas ideas para adaptarnos a tiempos de igualdad, propiciando una masculinidad “alejada de los egoísmos, atavismos y brutalidades que deberían ser cosa del pasado, pero que tristemente siguen siendo actualidad”. Un nuevo tipo de relación entre hombre y mujer es urgente, para detener la escalada de la violencia de pareja que hoy experimentamos.