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Los dominicanos vuelven sus ojos a la educación superior

La República Dominicana será testigo esta semana de un acontecimiento que podría cambiar el curso de su historia contemporánea. Para el próximo jueves el país ha sido convocado al “Foro por la Educación Superior del Futuro”. Esta iniciativa está llamada a convertirse en un verdadero desafío y espacio de reflexión, que podría contribuir con la organización institucional y el reencauzamiento de un sector académico de importancia vital para el desarrollo de la nación.

De entrada podría advertirse que la educación superior dominicana merece con urgencia una reforma y un trabajo de investigación en profundidad, al margen de intereses particulares, pensando solo en el interés colectivo, la ética, equidad, pluralismo y excelencia académica.

El foro de esta semana encuentra a la educación superior del país con una alta dependencia del financiamiento estatal, con deterioro en las condiciones de calidad de la enseñanza y la investigación y a nuestras universidades colocadas en los últimos lugares de los estándares de productividad académica en América Latina y el mundo.

Los protagonistas de este encuentro, que se convertirán en los interlocutores válidos y legítimos de la sociedad en su conjunto, serían los rectores de las universidades y de institutos de educación superior, empresarios, organizaciones sin fines de lucro, sociedad civil y todos los sectores que trabajan a favor de esas instituciones, en coordinación con el ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, que convocó el evento acogiendo una propuesta de Listín Diario.

Se espera que, como siempre, merezca una atención especial la universidad del Estado, que además enfrenta el fenómeno del hacinamiento estudiantil, instalaciones físicas y mobiliarios precarios. Deteriorados servicios de mantenimiento, bibliotecas, laboratorios, baja renovación de equipamiento científico e investigación, nómina desequilibrada y clientelismo político, mientras se privilegian los subsidios a las demandas como sustitución del financiamiento directo. Mientras su presupuesto presenta una distorsión con las estipulaciones legales.

El foro tendrá entonces mucha tela por dónde cortar. No es nada más determinar cuál es el nuevo papel de la educación superior, la universidad contemporánea que queremos en el contexto general de la globalización y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, o de la cultura occidental moderna.

Hay que plantear también una oferta sustentada en los conceptos de sociedad, Estado y conocimiento. El perfil del profesional y sistema educativo que necesitamos en las universidades, institutos especializados de estudios superiores y los institutos técnicos, desbrozando la baja capacidad de regulación y de control.

Solo así se evitarían las altas tasas de desempleo de graduandos de la educación superior, censurados en las empresas e instituciones del país y el extranjero por sus falencias intelectuales. Una deprimente realidad, que no nos deja otro recurso que parafrasear a Umberto Eco cuando en el 2000 tomó la iniciativa de crear en Bolonia la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, para difundir la cultura universal, en la que privilegió a los licenciados de alto nivel competitivo. Adelantándose a estos tiempos donde ya no es imprescindible exhibir un prontuario de títulos sin demostrar alto nivel de formación técnico o profesional.

Los dominicanos debemos coincidir en que de nada valdría superar el analfabetismo, la calidad de la educación en los niveles inicial, primario, secundarios y reducir los niveles de deserción escolar con los nuevos proyectos que se ejecutan a partir del 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), si el país no logra coadyuvar una educación superior que responda a las demandas sociales, productivas y económicas.

Y que además se convierta en una herramienta segura para que los jóvenes que se gradúen encuentren igualdad de oportunidades en el mercado laboral. El foro del jueves será un gran paso de avance hacia la meta. Esperemos… La fe es la que salva.