Opinión

Viento Sur

La reelección de Danilo es un hecho

Faltando 918 días para las elecciones del 17 de mayo de 2020, hay un alto porcentaje de posibilidad de que el próximo presidente electo sea Danilo Medina.

Aclaro: No estoy expresando un deseo, estoy mirando hacia el futuro luego de conjugar los elementos del ambiente que se observa hoy.

¿Cuáles factores interactúan para que este sea el resultado?

Primero, la manifiesta determinación del propio Danilo de querer continuar al frente del gobierno, para lo que tanto él como sus partidarios-funcionarios están dispuestos a remover todos los obstáculos que se interponen en ese propósito, sean internos al peledeísmo o externos en el ámbito político, social y económico.

Existiendo indudablemente esa voluntad continuista, el aparato estatal marcha raudo hacia ese objetivo tanto en la agenda de gobierno como en el “debate” en el único organismo que se reúne de vez en cuando en el PLD: su Comité Político.

Aparte del Comité Político, cuyos integrantes son mayoritariamente empleados de Danilo en el gobierno, ningún otro organismo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) realiza labor alguna.

A lo interno del PLD, nadie le hace sombra a Danilo, ni se atreve.

El tres veces presidente Leonel Fernández es un recluso de confianza del gobierno y como conoce hasta dónde son capaces de humillarlo si desafía el poder, él se comporta como tal. ¡Es un prisionero condenado al silencio!

Leonel es capaz de hablar “de la historia de Venezuela”, “del centenario del triunfo de los bolcheviques”, pero por nada se atreve a tocar el endeudamiento público, el estancamiento productivo, la indiferencia gubernamental para la recuperación de la producción agropecuaria y la reconstrucción de viviendas en las zonas afectadas por los ciclones, el desastre del transporte, la inseguridad ciudadana, la inoperancia del Estado frente a los feminicidios y la progresiva agresión a la mujer, la corrupción y la impunidad. ¡Tiene mucho cuidado con eso!

Si toca uno de esos temas, se hunde y como él lo sabe, acepta su progresivo desgaste sin presentar batalla de ningún tipo aunque sus seguidores no entiendan su comportamiento. Yo, en su situación, pelearía hasta el último cartucho aunque tuviese que pagar el precio que pagó Antonio Duvergé ante Pedro Santana.

Pero Leonel no es el único dirigente político “frenado” por su miedo al poder. Los oponentes políticos de Danilo solo tienen ambiciones y para nada muestran interés en los problemas nacionales. Son, en esencia, competidores internos y aspirantes externos a controlar el Estado, pero a los que la suerte del resto del país poco les importa. Tienen metas personales, no así objetivos nacionales.

Por eso el presidente de la Junta Central Electoral, Julio Castaños, dice abiertamente que ese tribunal no controló el conteo de la votación de 2016 donde se eligieron las autoridades nacionales y hasta hoy –sábado 11 de noviembre de 2017- ningún partido ha dicho “esta boca es mía” sobre esa subordinación de un poder esencial de la democracia a una empresa foránea que vendió a buen precio unos equipos que no sirvieron para lo que fueron comprados y ya no sirven ni para estampar ganado. ¡Avemaría purísima!

También hay un movimiento social llamado Marcha Verde que arrancó con mucha fuerza y encontró el respaldo popular para que en el país se castigue la corrupción, pero como carece de una organización propia, estructurada por municipios y en el plano nacional, el espontaneísmo y la dependencia de las redes sociales tan impersonales, constituyen su punto débil y sus éxitos no pasan de ser gimnasia para los participantes y factor de cohesión para los parciales del gobierno ante el “peligro popular”.

Finalmente están los empresarios de un país donde el mayor comprador, empleador, contratante, cobrador y exonerador de impuestos, administrador de justicia y perdonavidas en general, es el Estado, que ahora y aquí, es Danilo.

¡Miren el Decreto 389-17 que designa el Pleno y el Consejo Consultivo del Consejo Nacional de Competitividad para ver si falta alguien ahí del empresariado! http://competitividad.gob.do/phocadownload/Decreto%20389-17.pdf

Si todo el empresariado está alineado fielmente con el gobierno, los rivales políticos internos y externos están auto-neutralizados y la principal labura de Danilo es inaugurar escuelas, policlínicos, caminos y visitas sorpresa con un despliegue propagandístico similar a los tiempos de Balaguer y sus reelecciones indefinidas. ¿Para qué las hace? No seáis tonto, tío. Estoy seguro que eso no es para pasar a la historia, sino para hacer más gobierno.

El miedo es libre y nadie está obligado a lo imposible, trátese de los empresarios, Leonel, los “opositores” o los marchaverdes.

No tengo duda de que los factores “objetivos” desfavorecen en forma abrumadora la reelección de Danilo, pero eso también era así en 2015 y ella se materializó principalmente por la dispersión estúpida de la oposición y la paraplejia política de Leonel. Ahora y mientras tanto, persiste esa misma “cultura” y difícilmente se pueda construir una alternativa que enamore a las multitudes.

Por eso la inercia de los que no saben desobedecer su praxis ni morigerar sus ambiciones personales, sus intereses económicos y mucho menos superar su conservadurismo político, por omisión y cobardía, habilitarán la reelección de Danilo.

Repito: Lo mejor es la alternabilidad democrática de dirigentes y de partidos, pero si nadie se opone realmente a la reelección, ella se impondrá hasta por inercia. El voluntarismo y el devenir del tiempo nunca han sido estrategia y sin ella no hay ningún peligro para que Danilo se reelija.

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