Distintos, iguales y complementarios

Tomemos de nuevo esta expresión que nos ayuda tanto en la vida y nos ayuda a nosotros sabernos, no en condiciones que los hombres hemos premeditado: como las razas, como los sexos, como las culturas. Somos iguales y distintos, pero complementarios; las razas son distintas, y es ahí donde hemos de aprender a valorar y a respetar cada raza.

Somos iguales, todos los seres humanos somos iguales, pero distintos, y somos complementarios, nos necesitamos los unos a los otros, sobre todo en las cualidades. Por eso, un gravísimo error de la raza humana, de nosotros que somos iguales en raza humana, es hacer diferencias, crear distinciones por ese tipo de razón.

Somos iguales, y tan iguales somos que aunque una persona esté discapacitada, tiene el mismo valor que una persona humana, y todavía más, nadie es discapacitado, todos podemos hacer algo.

Recordemos en la vida, aprendamos, repitamos: somos distintos, somos iguales y somos complementarios.

Que eso no cree diferencias entre nosotros, sino que nos veamos tal y como somos y como es la realidad de la vida.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.