Momia de Mao Zedong en Plaza Tiananmén

El leve sonido de aguas circulando es lo único que se escucha en el pequeño espacio donde yace la momia de Mao Tse Tung en su mausoleo erigido en la Plaza Tiananmén, en Beijin. Una luz rojiza sobre el rostro resalta los restos del líder revolucionario que está vestido con una chaqueta verdosa y casi cubierto por una bandera roja con la hoz y el martillo.

Antes de entrar al mausoleo hay que pasar dos puntos de chequeo militar pero el acceso es fácil. Hay una venta de flores amarillas a la izquierda del pasillo de entrada. Los turistas locales las portan hasta un vasto salón con una gran escultura en mármol blanco con Mao sentado con un fondo azul. Dos guardias a cada lado de un receptáculo negro observan el depósito de las ofrendas.

En medio de un silencio sepulcral, todos marchamos por un pasillo a la derecha de la escultura para ingresar ante la cripta donde se conservan los restos de Mao. Su catafalco reposa sobre un soporte de mármol negro que se yergue sobre un manantial artificial. No hay adornos de ningún tipo. Guardias ubicados a la cabecera observan el desfilar.

La marcha es lenta pero indetenible. A ese paso salimos a otro salón que comunica con un espacioso patio donde seis tiendas venden artículos alusivos a Mao y la revolución comunista. Grandes estatuas del estilo bolchevique ruso están en la puerta de salida del mausoleo construido por 700 mil voluntarios que trajeron materiales de toda china.

Hay que dar la vuelta para volver a la Plaza de Tiananmén (Plaza de la Puerta de la Paz Celestial) que es el centro de homenaje a la Revolución China. Es similar a la Plaza Roja de Moscú.

En Moscú conservan desde 1924 la momia de Vladimir Ilich (Lenin) y desde 1977 en la capital china exponen la de Mao Zedong (Mao Tse Tung). La visita a la tumba del líder de la revolución comunista china es de las primeras que cumplen los turistas.

La Plaza Tiananmén tiene el centro un Monumento a los Héroes del Pueblo. Es eje de importantes lugares para el turismo. A un lado está el Mausoleo de Mao y al extremo la Ciudad Imperial. En los laterales se ubica el edificio de la Asamblea Popular Nacional y juntos están los museos Nacional de Historia y de La Revolución.