Trump: ¡suertudo!

José Café me escribe sobre los primeros cien días de Donald Trump: “Pocos mandatarios han tenido tantas ejecutorias, triunfos, fracasos y oportunidades en sus primeros 100 días como Donald Trump.

“Si la economía es determinante en el mundo, el saldo de su gestión es positivo. Sin embargo, la euforia bursátil podría ser coyuntural porque el cumplimiento de las expectativas que lo sustenta depende del Parlamento, y la parte internacional estaría en riesgo si Corea del Norte e Irán continúan probando misiles.

“Más que sus promesas, la mejor estrategia de Trump estuvo en convencer a su electorado de que no necesitaba de nadie para cumplirlas, pero la realidad está demostrando que cualquier juez tiene la capacidad de congelarle sus decretos, y que lidiar con los legisladores es supremamente difícil.

“La prensa, los demócratas y algunos republicanos le expulsaron su asesor de seguridad nacional pro ruso de la Casa Blanca, le aguaron el coqueteo con Vladimir Putin y le encarcelarán a Julian Assange.

“Ahora enfrenta su segunda prueba de fuego en el Congreso con la solicitud de fondos para construir el muro, la rebaja de los impuestos y la reactivación de la derogación y sustitución del Obamacare. Esas medidas afectan la ideología, la imagen y el orgullo demócrata”.

Récord de deportaciones “Aunque ostenta el récord de deportación de latinos, el Partido Demócrata goza más de su simpatía que el Partido Republicano y, por lo tanto, tiene la obligación moral de protegerlos. La baja tributaria para los ricos colisiona con sus principios y la desaparición del Obamacare marcaría el fin de su más preciada conquista.

“Pasando a las oportunidades, de lo que más habla Trump es de negociar. Lo que nunca dice es que su verdadero estilo consiste en comenzar tirando una granada en la sala de reuniones para luego regresar a imponer sus condiciones.

“Entretanto se reunía con el presidente de China y su equipo de política exterior (Pence, Mattis y Tillerson) viajaba a países aliados, activó un protocolo de ataque al aeropuerto militar sirio de donde presuntamente despegó el avión envenenado que irrigó la comunidad de Jan Sheijun matando a 86 personas, incluyendo a 27 infantes. Poco después, dejó caer la “bomba madre” sobre un campamento terrorista de Afganistán.

“Fueron acciones geográficamente puntuales pero de profundo calado estratégico y geopolítico. Las llamas recalentaron a Irán y a Corea del Norte mientras Corea del Sur, Japón, Israel y el resto del Medio Oriente moderado aplaudían”.

Y llegó la represalia “El caso de Siria fue en represalia al uso de armas químicas y un toque de atención a los estados que maltratan a la población civil para recordarles que los derechos humanos exceden la soberanía nacional. El estallido en Afganistán fue para demostrar que no tiene límites contra el terrorismo.

“También es una manera de marcar posiciones de máximos frente a Bashar al-Ásad para negociar el establecimiento de un techo aéreo a fin de proteger a los refugiados; para persuadir a Rusia de que contenga a Irán y pause su expansión en Ucrania, y darle seguimiento a China con la moderación de Corea del Norte para evitar una guerra.

“Internamente, revirtió el rechazo de muchos adversarios, superó el examen de Comandante en Jefe y despejó la nube rusa que lo encapotaba.

“De todas maneras, las encuestas continúan situándolo por debajo de todos sus antecesores en aceptación con un 46%. Para él no es catastrófico considerando que ningún presidente de la historia norteamericana estuvo tan conjurado de maledicencia.

“Aun así, los mismos sondeos sugieren que el 98% de sus seguidores lo votarían de nuevo y que si le diera la revancha a Hillary Clinton, volvería a derrotarla”.

¡… Es un hombre genial!